Después de diez años durante los cuales se ha ido atendiendo diferentes realidades de pobreza (terremotos Haití, hambruna de El Chad, Casa Oasis, Casa Santa María de los Milagros), este signo nos sigue interpelando en Cuaresma ayudándonos a preparar espiritualmente a través de la oración, la limosna y el ayuno para lo que viviremos después durante la Semana Santa.
Como se viene haciendo en los últimos años, la pasada Cuaresma el Gesto Diocesano fue destinado a la Casa Santa María de los Milagros de Cáritas, que es una casa de acogida para personas enfermas que están en situación de sin hogar o infravivienda y carecen de familiares que les puedan prestar asistencia y cuidados durante su enfermedad. Este recurso de Cáritas vuelve a ser el beneficiario el presente año. De esta manera, se reparten unas huchas en las que cada persona va depositando la cantidad que estima oportuna y esas huchas son recogidas después de Pascua en las parroquias.