En este año de 2020 se van a cumplir los 550 años de la Invención de la sagrada imagen de la Virgen de Montemayor. Hablamos de invención en cuanto a que se define así el hallazgo o descubrimiento milagroso de una Sagrada Imagen, proviene del verbo latino inventio (descubrimiento). Este suceso aconteció el día 4 de octubre de 1470. Ese día Alfonso Núñez, un hombre que guardaba una heredad, se armó de valor para entrar en la espesura del llamado Monte Tamar (en cuyas cercanías se retiraba a hacer oración), puesto que el lugar era considerado sitio donde ocurrían prodigios y tenía temerosa a la población. En el hueco de una centenaria encina halló la imagen de Santa María de la Natividad. Este icono sagrado fue escondido en ese lugar en el año 714 por el sacerdote moguereño Juan Antonio Quinta Cabaña, debido a la invasión musulmana y ante la negativa de éstos de consentir un lugar de culto cristino en la población. Alfonso por tres veces lleva la Imagen a Moguer y otras tantas vuelve al monte. Entonces los cabildos religioso y secular de la población entienden que es en ese lugar dónde la Virgen quiere permanecer. Se labró una ermita y Alfonso quedó hasta el final de sus días al cuidado de la misma. Este primer relato de la Aparición fue recogido por el franciscano Fray Felipe de Santiago en 1714, en una obra que fue escrita en pliegos de papel que le donaron las Clarisas moguereñas. También Fray Felipe deja una breve descripción de la imagen primitiva de Montemayor: …la imagen mide tres cuartas. Y es de cedro de talla no mui curiosa. Y el niño le sale de las entrañas. Y inclinado hazia el lado del corazón. Se trataría de una imagen románica.
Se conocen otras dos redacciones de la Leyenda de la Aparición. Una de principios del Siglo XIX escrita por Sor Teresa Tolón, monja moguereña del Convento de Santa Clara y una de 1926 realizada por Celestino Pérez Ventana y recogida en su obra Apuntes Históricos Referentes a la Ciudad de Moguer. Aunque también es cierto que todos los moguereños hemos oído de boca de nuestros abuelos y mayores la Aparición de la Virgen.
Como tal Leyenda se basa en sucesos reales y también es adornada con otros, más o menos legendarios, que venían al caso.
Aunque las referencias al topónimo Montemayor las encontramos en obras tan tempranas como El Collar de la Paloma, siglo XI, de Ibn Hazm. Dónde se narra la rebelión de unos conversos indígenas contra el rey de Niebla. Esta revuelta se localizó en una fortaleza islámica la cual, muy probablemente, sería posteriormente cristianizada en la Reconquista, primera mitad del siglo XIII, y habría de ser el origen de la ermita de Montemayor.
Otra reseña a Montemayor, ya concretamente a la Ermita de la Virgen, la encontramos en la obra de un copista llamado Asensio Gómez que la culmina en el año 1380 y dice expresamente: … acabóse en Santa María de Montemayor, çerca de Moguer…
La devoción a la Virgen de Montemayor siempre ha sido la predominante en Moguer, desde la baja Edad Media (recordemos el testamento de un devoto en 1431 en que deja una limosna para la Ermita) y hasta el día de hoy. La Patrona de Moguer también se vio reflejada en la Carrera de Indias, donde encontramos a la Carabela Santa María de Montemayor recorriendo el Atlántico.
Un acontecimiento fundamental tuvo lugar el día 4 de octubre del 1854. Ese día el Cabildo Secular de Moguer proclamó a la Virgen de Montemayor Compatrona de la Ciudad junto al Patriarca Señor San José (Patrón de la misma desde 1750). Todo esto se debió a la manifiesta protección de la Virgen sobre los moguereños ante la epidemia de cólera morbo que azotaba España, y que en la urbe no tuvo incidencia.
A partir de la proclamación del Patronazgo se decidió trasladar los cultos a la Virgen de Montemayor a la Ciudad, toda vez que siempre se celebró la novena y función principal en su ermita, saliendo procesionalmente la imagen en unas andas barrocas. Teniendo desde entonces una Velada en la población entorno al día de la Festividad de la Virgen de Montemayor: el 8 de septiembre.
Fray Ildefonso Joaquín Infante y Macías, fraile benedictino natural de Moguer, fue el primer obispo de Tenerife. Tuvo una notoria participación en el Concilio Vaticano I, destacado orador y erudito, gozó de fama en el ochocientos. Gran devoto de su Patrona predicó sus cultos en muchas ocasiones, además de conseguir gracias espirituales de otros prelados españoles. Cuando murió en julio de 1888 fue sepultado en la Ermita de Montemayor, ya que fue su Capellán Perpetuo.
Triste fecha es la del 21 de julio de 1936, en que en el incendio de la parroquia de Santa María de la Granada también fue destruida la imagen de la Patrona de Moguer. El 25 de diciembre de ese año todo el pueblo se reunió en la iglesia conventual de Santa Clara, el asunto a tratar era el realizar una nueva imagen de la Virgen, hubo ofrecimientos de familias y de las Esclavas Concepciónistas para pagar y donar una imagen, se decidió que la Patrona fuese sufragada con las aportaciones de todo Moguer, cada uno entregó lo que pudo y así la imagen fue donada por todos los moguereños. En agosto de 1937 Sebastián Santos Rojas hizo entrega de la actual Virgen de Montemayor, que recuerda en todo a la imagen destruida.
En el Año Mariano de 1954 se organizó una romería a la ermita de Montemayor y así, con un rosario y una misa, honrar a la Virgen. Esa iniciativa fue del Rvdo. Eulogio Núñez Villagrán, a la sazón coadjutor de la parroquia de Santa María de la Granada de Moguer. Fue un día de clarísimos tintes marianos y de confraternización entre los moguereños. Tal fue el éxito que al año siguiente se decide celebrar una Romería, ya de una manera oficial. Ésta tiene lugar el segundo fin de semana del mes de mayo. A ella concurren las hermandades filiales de Sevilla, Huelva, Punta Umbría, Madrid, Villamanrique de la Condesa, Arahal, Lucena del Puerto y la Dehesa – Riotinto, quienes mantienen y expanden la devoción a la Virgen de Montemayor fuera de nuestra tierra.
La fecha del 15 de junio de 1991 está grabada con letras de oro en la historia de la Virgen de Montemayor y de la Ciudad de Moguer. Ese día tuvo lugar la Coronación Canónica de la Patrona de Moguer. Lo fue de manos del Obispo González Moralejo. Fueron los padrinos de la ceremonia Doña Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba y Señora de la Ciudad de Moguer, y Don José Manuel Moreno Montilla, Hermano Mayor de la Hermandad de la Patrona y que ostentaba la representación de todos los moguereños y devotos. Miles de personas enfervorecidas asistieron a este magno acontecimiento mariano, que ha sido el referente para el resto de actos de esta índole que le han sucedido. La Coronación de la Virgen de Montemayor fue la primera que tuvo lugar en la Diócesis de Huelva.
Otro de los hitos que jalonan la historia de Santa María de Montemayor tuvo lugar el 14 de junio del año 1993. Ese día el Santo Padre San Juan Pablo II se postró en oración ante la Virgen, que fue traída exprofeso de su ermita en Montemayor. Su Santidad comentó con el Obispo Don Rafael que la Virgen …le recordaba a las imágenes marianas de las tierras americanas. Ciertamente la devoción a María partió de esta tierra hacia el Nuevo Mundo, de la mano de insignes hijos de Moguer, tales como Fray Antonio de Olivares OFM o Fray Andrés de Moguer OP.
En el año 1996, en el quinto aniversario de la coronación de la Virgen de Montemayor, se inauguró el monumento que recuerda tan fasto acontecimiento en la plaza donde tuvo lugar, llamada desde 1991 Plaza de la Coronación.
Juan Manuel Moreno Orta
Historiador