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La HOAC reclama políticas para un trabajo digno en la celebración de su día

Publicado:
12 junio, 2020

En el marco de la campaña «Trabajo digno para una sociedad decente», este Día de la HOAC, que en nuestra diócesis se celebra hoy, 12 de junio, se pretende ahondar en cómo la racionalidad política dominante ha afectado en la precarización y empobrecimiento de los trabajadores; cómo ha contribuido a limitar el sentido del trabajo humano y de qué modo ha minado la identidad social y política de la persona trabajadora.
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) en Huelva celebra su día hoy viernes, 12 de junio, con una Eucaristía que tendrá lugar en la parroquia Nuestra Señora de Belén de Huelva, a las 20.30 horas. 
Desde la conciencia de que necesitamos «una cultura política que afronte un doble desafío: por un lado, recuperar una comprensión y vivencia de la política como algo propio del ser humano […] y, por otro lado, recuperar la capacidad de decisión sobre los problemas que nos afectan a la sociedad, porque esta capacidad ha sido secuestrada por los poderes económicos» (Trabajo digno para una sociedad decente, Cuaderno HOAC nº 9, pág. 52) la HOAC realiza una serie de propuestas liberadoras que acaben con la subordinación del trabajo humano al capital.
En el último cuaderno de la Comisión Permanente de esta asociación (HOAC, Hermandad Obrera de Acción Católica), se profundiza en la necesidad de políticas que se empeñen en defender el derecho a un trabajo digno de todos los trabajadores. Así lo reclama el papa Francisco (Carta del papa Francisco al cardenal Peter K. A. Turkson con motivo de la conferencia internacional «De Populorum progressio a Laudato si’»), expresando con rotundidad que «el trabajo no puede considerarse como una mercancía ni un mero instrumento en la cadena productiva de bienes y servicios, sino que, al ser primordial para el desarrollo, tiene preferencia sobre cualquier otro factor de producción, incluyendo al capital. De allí el imperativo ético de «preservar las fuentes de trabajo», de crear otras nuevas a medida que aumenta la rentabilidad económica, como también se necesita garantizar la dignidad del mismo».
La lógica política, en lo que atañe a las dinámicas democráticas, sujetas a procesos electorales, hace que los partidos realicen planteamientos sujetos a dichos procesos y que su incidencia en la transformación social quede limitada a los cuatros años en los que se ejerce el gobierno y por tanto les sea muy difícil proponer políticas que piensen en un futuro a largo plazo, que tengan carácter intergeneracional, subrayan.
Por eso, añaden, se hace más necesario que nunca promover en el debate político, que trasciende lo que son las instancias legislativas y de gobierno, la necesidad de utilizar «las luces largas» a la hora de plantear iniciativas que sirvan a un horizonte de paz y justicia, también en lo que concierne a este conflicto capital-trabajo.
Este cuaderno quiere ser una invitación a dialogar con nuestra realidad sociopolítica y económica para tomar conciencia de lo que la racionalidad política que nos domina hace con el trabajo humano. Además, quiere ser un instrumento que nos ayude a tomar conciencia de la distancia que hay entre lo que desde la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) y otros organismos se comprende por trabajo digno, y la realidad de precariedad y empobrecimiento que sufre el mundo obrero y del trabajo, ofreciendo una propuesta para que, en clave de cultura de encuentro, se pueda dialogar, en diferentes asociaciones, movimientos y organizaciones sindicales y políticas.
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