Con motivo del Día de las Personas Sin Hogar, que se celebra el próximo domingo 27 de octubre, Cáritas Diocesana de Huelva presenta un año más la campaña de sensibilización y denuncia en defensa de este colectivo.
En el marco de extrema vulnerabilidad de estas personas ante el virus, la Campaña de Personas Sin Hogar se presenta con un contundente mensaje: “No tener casa MATA”. Con este lema se quiere llamar la atención de los poderes públicos y de la ciudadanía sobre los efectos que la falta de una vivienda adecuada supone para miles de personas y familias en nuestro país.
Octubre es el mes de las personas sin hogar y Cáritas Diocesana de Huelva trabaja desde sus diferentes proyectos para atender a este colectivo. El Centro de Día Puertas Abiertas atendió el pasado año a 683 personas con un total de 26.359 atenciones. Este centro de día, además de cubrir las necesidades de aseo, desayuno y lavandería se constituye como un espacio de acogida ofreciendo además servicios específicos como el acompañamiento, la orientación y el apoyo a las gestiones sociales necesarias.
Además, Cáritas cuenta con tres casas de acogida, Casa de Santa María, Casa de los Milagros y la Buena Madre, en las cuales han sido acogidas 102 personas en el año 2019. En estas casas se presta una acogida integral para normalizar la situación de sin hogar, se acompaña a cada persona de manera personalizada y, a muchas de ellas, se les da respuesta a los problemas de salud que puedan presentar, hasta lograr su autonomía personal.
Por ello lanza la campaña de Personas Sin Hogar 2020«No tener casa mata: mata sus sueños, sus oportunidades, su confianza, su salud… Sus derechos». El objetivo principal de la campaña es reclamar la atención de la sociedad como colectividad responsable de reconstruir y tejer un modelo social sostenible e inclusivo para toda la población. Para ello, quiere poner el foco de atención en las personas más vulnerables, las que viven a la intemperie y en las fronteras de los espacios de protección social, las que viven en la calle, sin casa ni hogar, las que no cuentan porque persisten invisibles y alejadas de los intereses comunes. Estas personas forman también parte de este tejido social a reconstruir y nos encontramos ante una nueva oportunidad para tomar conciencia y cambiar la percepción que tenemos como sociedad de las personas que viven situaciones de mayor vulnerabilidad.
Impacto y repercusión de la Covid-19 en las personas en situación de sin hogar
El inicio de la crisis sanitaria ha puesto de relieve cómo la vivienda, un derecho vulnerado, ha sido la primera línea de defensa para protegerse del coronavirus. Cuando el mensaje más escuchado era “quédate en casa”, miles de personas que no tenían acceso a un hogar, o aquellas que han perdido el suyo durante este tiempo, se han visto en una grave situación de desprotección. Una circunstancia a la que se han sumado las graves dificultades que muchas familias tienen que afrontar como consecuencia de esta crisis, también social y económica.
Muchas de las medidas dirigidas a la población en general en relación a la pandemia (aumento de la higiene, quedarse en casa, distanciamiento social estricto) no son perspectiva realista ni posible para las personas que viven en la calle, que no disponen de un lugar adecuado donde poder hacerlo. Esta situación de desprotección y mayor vulnerabilidad genera todavía mayor exclusión social y al mismo tiempo las deja fuera de las respuestas a la pandemia que se dan desde las políticas públicas.
Propuestas y demandas:
Así, Cáritas Diocesana de Huelva refuerza las propuestas realizadas por Cáritas a nivel nacional, que consideran imprescindible el fortalecimiento de políticas públicas que aseguren este derecho y prevengan la vulneración del mismo.
– Es urgente una ley estatal de garantía de acceso a la vivienda que contemple todas las situaciones de exclusión residencial y sinhogarismo.
– Es necesario incrementar el esfuerzo de la Administración pública en materia de rehabilitación y mantenimiento del parque de viviendas, y promoción de viviendas en alquiler social de forma preferencial.
– Continuar con la medida extraordinaria de paralización de desahucios y desalojos sin alojamiento alternativo en vivienda habitual en alquiler. Tan sólo por detrás de Cataluña, Andalucía es la comunidad autónoma con mayor número de desahucios, 8.806 de los 54.006 lanzamientos en toda España, según datos del Consejo General del Poder Judicial. Aunque las cifras han descendido, siguen reflejando una realidad dramática.
– Proporcionar viviendas de emergencias con servicios adecuados para casos afectados por la COVID19 y que necesiten espacios de aislamiento, asegurando medidas de contención que no conduzcan al castigo de nadie en función de su estado habitacional.