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La sensibilidad profética en la catequesis

Publicado:
17 diciembre, 2020

El pasado sábado 12 de diciembre el Curso de Profundización para Catequistas alcanzó su tercera sesión. Ésta, al igual que la anterior, se desarrolló tan sólo en la modalidad online debido a las restricciones vigentes por la situación de pandemia. Además, en esta ocasión contamos con la presencia de Lola Vegas Cornejo, Esclava del Sagrado Corazón de Jesús. Esta religiosa gaditana no sólo cuenta con una amplia formación intelectual sino que, además, acumula una experiencia pastoral muy reseñable tanto en el ámbito socio-educativo como en el caritativo-social. Todo ello, hace ella una auténtica profeta, cuyo testimonio, más que con palabras, se expresa mediante sus gestos de vida.

El tema abordado fue el de La sensibilidad profética en la catequesis. Y es que, por desgracia, el testimonio de la fe, el compromiso transformador del Reino y la coherencia de vida, suelen ocupar un lugar muy marginal en nuestra catequesis.

La ponencia, como viene siendo habitual, estuvo dividida en dos partes fundamentales. En la primera, Lola nos enmarcó, a través de tres preámbulos, el contexto para la transmisión de la fe hoy. En el primero de ellos, nos recordó que la transmisión de la fe pertenece a la esencia misma de la Iglesia. A continuación, tomando como base la vocación bautismal nos mostró cómo la fe está llamada a hacerse vida. Finalmente, en el tercer preámbulo, remarcó la presencia entre nosotros de la secularización, deteniéndose a analizar sus consecuencias.

En un segundo momento, fue desgranando el significado de cada unos de los términos que aparecen en el título de la ponencia. Así, invirtiendo el orden, comenzó delimitando qué entendemos por catequesis; luego hizo una exposición del profetismo bíblico; para desembocar en la sensibilidad espiritual que debe impregnar tanto nuestra labor catequética como nuestra misión profética.

Cuantos participamos de la ponencia quedamos interpelados por la coherencia, la fuerza y el testimonio de fe de esta religiosa de la tacita de plata, que rezuma evangelio. Ahora, nos queda la hermosa y exigente tarea de hacer vida cuanto escuchamos y ha quedado grabado en nuestros corazones.

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