El día 20 de diciembre, la comunidad parroquial de Corteconcepción estaba de fiesta. Y es que, tras más de 4 meses de trabajo, se reabría la parroquia. Gracias al tesón y la colaboración de la comunidad, de su consejo parroquial, de las donaciones de María del Carmen Rembado, y de otras muchas personas, y también de nuestro diácono Pedro Barranco que ha coordinado todas las iniciativas, hemos visto realizado nuestro anhelo de remozar nuestra parroquia. Con tal motivo, la parroquia celebró una Eucaristía que fue presidida por el obispo de Huelva, Santiago Gómez.
No se acometía ninguna obra importante en la misma desde hacía muchos años, y necesitaba arreglos: la techumbre, las puertas, los retablos, la luz…Y eso hemos hecho: se ha levantado el tejado para reponer los maderos y poner tejas nuevas; se ha pintado y restaurado el techo de tablas de madera; se han sustituido las viejas puertas de chapa por otras de madera; se han marmolizado y restaurado los retablos Mayor y de san José; se ha sustituido el altar por uno de madera construido por un carpintero de la zona; se ha hecho un proyecto de nuevo de iluminación; se ha adquirido un viacrucis pictórico realizado por un pintor local; se ha pintado la Iglesia…
Cuando la comunidad se traza un objetivo común, es fácil que se aúnen las fuerzas y se construya también la comunidad. La gran parábola de este trabajo conjunto es la de la comunidad misma, que es capaz de, sobre los fundamentos que han sostenido la fe de muchos, hacer las cosas para que digan el mensaje de Jesús a las gentes de hoy.
Hoy luce remozada, abierta para recibir a todos, como casa de todos.
No acaban aquí los proyectos de esta pequeña comunidad. Estamos arreglando los salones parroquiales para poder dar cabida a proyectos que ayuden a personas vulnerables o necesitadas.
En el fondo no es más que construir las dos miradas: hacia dentro y hacia afuera. Hacia la interioridad: celebrando en la Liturgia. Hacia fuera: en el encuentro con nuestros hermanos.
Parroquia de la Purísima Concepción
de Corteconcepción