Tras la restauración de la imagen titular de la parroquia San Sebastián de Higuera de la Sierra, la restauradora Rocío Calvo realizará una actuación sobre la imagen de San Antonio Abad, patrón de Trigueros. Ella es una de los profesionales que ayudan a cuidar un importante patrimonio que alimenta la piedad de nuestros pueblos.
El pasado sábado la parroquia de Higuera de la Sierra acogía la presentación de los trabajos de restauración de la doctora en Bellas Artes Rocío Calvo Lázaro, una joven onubense especialista en conservación y restauración de obras de arte. Los trabajos de restauración han consistido en cerrar una serie de grietas estructurales que presentaba la imagen y resanado de fisuras y arañazos en las zonas más sobresalientes; la reposición en aquellas zonas que tenían falta de madera original; la limpieza y asentamiento de la policromía de la imagen respetando la pátina original realizada por el imaginero Sebastián Santos; la recolocación de tres dedos de su mano derecha que habían sido mal pegados en el pasado dejando tras de sí una gran acumulación de restos de cola. Además, se ha creado un nuevo sistema de colocación del nimbo, siendo este restaurado por el orfebre Gustavo Larios.
De este modo, los higuereños han podido recuperar la belleza original de la bella imagen del ilustro escultor y paisano Sebastián Santos Rojas (1895-1977) que preside el altar mayor parroquial.
Coincide esta vuelta a su ubicación habitual con la proximidad a la memoria litúrgica del santo patrón de la localidad serrana y, ahora, Rocío Calvo abordará la restauración de San Antonio Abad, patrón en este caso de Trigueros cuyas fiestas patronales celebra en estos días.
Para esta primitiva imagen datada en el siglo XVI y atribuida a Alonso Berruguete, la restauradora realizará radiografías para analizar los ensambles y clavos insertados en la pieza que necesiten ser sustituidos; una revisión y restauración de las grietas; una desinsectación para evitar ataques de insectos xilófagos; y un un asentamiento de la policromía y del estofado, eliminando repintes y realizando una limpieza completa de la imagen y una reintegración cromática.
Según Rocío Calvo, “su labor de restauradora no se ha visto especialmente afectada por la difícil situación actual, pues es un trabajo solitario en el que no se suele entrar en contacto con nadie. La única incomodidad es ceñirse al toque de queda que disminuye la posibilidad de trabajar más horas en el estudio”.
Frente a la desinfección de los templos tan común en la actualidad, el departamento de Patrimonio Cultural de la diócesis aconseja no realizar desinfecciones con productos corrosivos como la lejía o el amoniaco sobre los bienes muebles, esculturas, retablos, pintura, marcos y orfebrería.
En palabras de Calvo, “es necesario poner en valor el riquísimo patrimonio que tenemos en Andalucía y en particular en nuestra provincia”. Rocío valora la labor de la Junta de Andalucía para proteger y preservar tantas obras de arte bajo el rango de BIC, impidiendo que muchas de ellas puedan ser mal restauradas por personas inexpertas y agradece que se destinen grandes partidas presupuestarias para ayudar a sufragar los gastos de las restauraciones. Junto a esto, la restauradora cree importante una apuesta por educar en centros educativos y culturales, así como dentro de las parroquias y cofradías, “para que toda la sociedad se conciencie del valor e importancia de conservar estas obras correctamente y, en casos de necesidad, restaurarlas únicamente por personas cualificadas”.