Quien nos iba a decir hace un año, cuando salía la venerada imagen de San Juan Bosco por las calles de Huelva, que nos veríamos en esta situación. Enmarcada en la celebración de nuestro cincuentenario decidimos posesionarla en su día. Y no sabíamos que esa sería la primera y la última procesión que Huelva vería en el 2020.
San Juan Bosco vivió en su vida una epidemia de cólera que asoló Europa, y por supuesto, Turín. Dan buena fe de ello las Memorias Biográficas, principal fuente documental de la vida y obra de Don Bosco:
Una prueba de la angustia que la horrible enfermedad producía, era que se paralizaba el comercio, se cerraban las tiendas, se escapaban muchísimos rápidamente de los pueblos infestados.[1]
¿No os suenan estas palabras? Parecen escritas ayer, sin embargo tienen más de cien años. La respuesta de Don Bosco fue fulminante. Pidió voluntarios entre sus muchachos, para atender a los enfermos, bajo dos premisas: hacer caso de las normas sanitarias y ponerse bajo la protección de nuestra Madre del Cielo.
Los muchachos del Oratorio las acogieron religiosamente y se portaron como hijos de tal padre. Catorce de ellos se presentaron inmediatamente, dispuestos a secundar sus deseos, y dieron su nombre para ser inscritos en la lista de la comisión sanitaria; y, pocos días después, siguieron su ejemplo otros treinta.[2]
Nosotros, herederos de Don Bosco, no nos queda menos que ser intrépidos como él. Así que, manos a la obra, hemos decidido no dejar de celebrar su fiesta este año, desde la precaución sanitaria y bajo la protección de María Auxiliadora. Por eso vamos a celebrar el día de nuestro fundador por etapas/ciclos, y no el mismo día todos juntos. Este será el año que más celebraremos a Don Bosco, porque en vez hacer toda la fiesta escolar un solo día, empezaremos esta semana con los más pequeños, pasando a la semana que viene con los más grandes. Usaremos un mismo esquema que iremos adaptando a las diferentes edades, proponiendo en cada día una celebración litúrgica (misa para los mayores y celebración de la palabra para los más pequeños), un desayuno compartido (pero sin compartir lo que nos comemos), una mañana de juegos (con las medidas higiénicas pertinentes) y alguna sorpresa más (scape room, teatro-guiñol, talleres, partidas multijugador, karaoke…). Por la tarde seguiremos celebrando nuestro Triduo en Honor de San Juan Bosco (versión reducida), que quedará enmarcado en el centro de la fiesta escolar (29-31 Enero). De manera que hemos empezado ya nuestra celebración y se alargará hasta bien entrado el mes de febrero.
Que San Juan Bosco nos ayude siempre en la tarea educativa y haga de nosotros BUENOS CRISTIANOS y HONRADOS CIUDADANOS, con la ayuda de Dios.
Manuel Ernesto Granja,
director titular y de centro
[1] MBe V, 67s.
[2] Mbe V, 74.