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La Iglesia celebra el 5 de mayo la Pascua del Enfermo

Publicado:
29 abril, 2024
«Dar esperanza en la tristeza» es el lema que propone el departamento de Pastoral de la Salud para la Campaña del Enfermo 2024. Una Campaña que la Iglesia en España inicia el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, con la Jornada del Enfermo a nivel mundial y se cierra el 5 de mayo, con la Pascua del Enfermo.

Precisamente, “Dar esperanza en la tristeza”, lema de toda la Campaña, es también el centro del mensaje de los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social para la Pascua del Enfermo de este año.

Los obispos desean celebrar esta Pascua del Enfermo en el contexto de las preparaciones para el Jubileo 2025que ayudará “a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente”. Por ello, llaman a todos a ser “Peregrinos de la Esperanza”, uniéndose así al lema del próximo Jubileo.

En este sentido, en su mensaje, los prelados ofrecen dos propuestas ante la enfermedad: la fe y la oración, que “nos abren a la esperanza que permite no sucumbir ante la tristeza y el sufrimiento”.

¿Por qué el lema «Dar esperanza en la tristeza»?

Durante este tiempo, desde Pastoral de la Salud, se quiere promover la reflexión sobre un tema que «nos parece particularmente urgente», el aumento de las personas que padecen sufrimiento psicológico y emocional. Una preocupación que se respalda en un dato: España encabeza la lista de países que más ansiolíticos consumen, según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud de 2022, del Ministerio de Sanidad.

Ante esta realidad, explica el departamento en la presentación de la Campaña, «nos ha parecido oportuno reflexionar sobre las causas y modos de acompañar a estas personas para anunciar con el profeta Jeremías: “Convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas” (Jer 31, 13)». El objetivo es tomar conciencia teniendo en cuenta que «no se trata de una enfermedad mental en el sentido que comúnmente le damos a este término» para «centrarnos en el cuidado y acompañamiento de las personas que padecen este sufrimiento que se manifiesta en la tristeza, la pena, el desánimo o la ansiedad».

Fuente: Conferencia Episcopal Española.

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