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Custodia procesional del Corpus Christi, de Huelva

Publicado:
30 mayo, 2024
Fernando Marmolejo Camargo, 1952 || Plata cincelada y repujada. 2,50 m. x 1,30. || S. I. Catedral de Huelva

            La celebración del Corpus Christi tiene su momento culminante en la Santa Misa, que se prolonga en la adoración al Santísimo Sacramento por las calles de la ciudad. La procesión se adelanta al jueves por la tarde, como primer día de un triduo preparatorio. Cristo Eucaristía vuelve a bendecir las calles de Huelva desde la custodia realizada por Fernando Marmolejo en 1952.

            El párroco de San Pedro, don Julio Guzmán tomó la iniciativa de dotar a la parroquia de una nueva custodia de asiento, en lugar de la que Isabel II regalara en 1861, que fue destruida en 1936. Una suscripción popular hizo posible que se costearan las 100.000 ptas. del orfebre, los 63,80 Kg. de plata, la carroza procesional y demás gastos, hasta un total de 192.087,80 ptas. Fue estrenada, aun sin terminar, en el Corpus Christi de 1952. Al producirse la noticia de la creación de la nueva Diócesis, la Comisión Pro-Custodia adoptó el acuerdo de entregarla al nuevo obispo, Mons. Cantero Cuadrado, para la Catedral, como así se efectuó el 8 de junio de 1954[1].

            La custodia procesional tiene forma de templete. De planta mixtilínea, en alzado presenta tres partes diferenciadas: el basamento o peana, el cuerpo principal y el coronamiento. En el plinto liso se leen textos eucarísticos, del oficio del Corpus Christi: Ecce Panis angelorum, “He aquí el pan de los ángeles, hecho alimento de los caminantes”. La superficie de base se ve adornada con motivos naturalistas tomados del mundo marinero: naves entre olas, conchas, estrellas de mar, redes, maromas, etc. En el centro de cada lado quedan situados cuatro medallones, de la Inmaculada Concepción, la Virgen Dolorosa, San Pedro y el Sagrado Corazón de Jesús.

            Seguidamente encontramos los motivos iconográficos más notables de la custodia, que hacen referencia a las señas de identidad eucarística, mariana y colombina de la ciudad de Huelva y de la parroquia de San Pedro: san Manuel González, la partida de las carabelas de Colón desde el puerto de Palos, el triunfo de la Eucaristía sobre el mar, y finalmente, la llegada de Colón al nuevo continente con el pendón de Castilla en la mano, mientras la cruz es clavada en las arenas de la playa. Los paneles laterales y las ménsulas se adornan con caballitos de mar, aves marinas, veneras, etc. Dos medallones recuerdan la fundación de las Marías de los Sagrarios en 1910 y la realización de la custodia por Marmolejo en 1952.

            En las esquinas, sendos mensulones sirven de base para las ocho columnas pareadas que forman el baldaquino, y para las figuras exentas de los cuatro Evangelistas. En el centro, la imagen de la Virgen de la Cinta, la Virgen Chiquita, en bulto redondo, de plata cincelada, con los rostros y las manos de marfil. Las columnas entorchadas se enlazan por un arco de medio punto, del que sobresale un cornisamiento muy volado, que sirve de plataforma para sendos ángeles en actitud de sostener ramos de espigas y racimos de uvas.

            La coronación del baldaquino se efectúa por medio de entablamentos aéreos, de formas curvilíneas los frontales y apabellonados los diagonales. En el centro de los lóbulos del friso frontal, figuran cuatro medallones, tres de ellos con un querubín, espigas de trigo y un racimo de uvas, y el de la parte posterior con un bello relieve de San Sebastián. Por la parte interior, sendos óvalos desarrollan una versión castellana del himno Adoro te devote: “Adoro te devotamente oculta deidad”. Los brazos diagonales se unen en un entablamento horizontal, en cuyos frentes campean el escudo episcopal del cardenal Segura; el papal de Pío XII; el de Huelva y el de España. En las esquinas, sobre las volutas, sendos angelitos mueven sus incensarios. De este elemento arranca el último tramo de brazos convexos, sobre cuya unión se eleva la figura de la Fe. El ostensorio tiene forma de sol de rayos agudos y flameantes, y su astil descansa sobre cuatro volutas en diagonal.

            Fernando Marmolejo Camargo[2] demuestra en esta obra su personal estilo, que capta los elementos estructurales del barroco y el espíritu del horror vacui, pero que, al mismo tiempo, huye de la imitación y de los convencionalismos decorativos, para servirse, en su lugar, de figuras naturales, tomadas de la flora y de la fauna, siempre relacionadas con el tema iconográfico de la pieza litúrgica, y con los signos distintivos locales.

Custodia Diseño Fdo Marmolejo

            Figuró en la exposición “El académico y orfebre Fernando Marmolejo”, organizada por la Caja San Fernando, en Sevilla del 7 de diciembre de 1994 al 5 de enero de 1995, y tuvo el honor de ocupar la portada del Catálogo.

Manuel Jesús Carrasco Terriza


[1] M. J. Carrasco Terriza, La Iglesia Mayor de San Pedro. Historia de su fábrica. Huelva, 2007, pp. 256-260.

[2] Ana María Espinar Cappa, Fernando Marmolejo Camargo, Sevilla, Edic. Guadalquivir, 2003, pp. 243-244.

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