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Domingo III del Tiempo Ordinario – Ciclo C

Publicado:
23 enero, 2025
Lc 1, 1-4; 4, 14-21. "Hoy se ha cumplido esta Escritura".

Este pasaje del Evangelio de San Lucas presenta un momento clave en la vida pública de Jesús, donde se revela como el cumplimiento de las promesas de salvación contenidas en las Escrituras, especialmente en el profeta Isaías. Lucas comienza señalando que muchos han tratado de narrar los hechos de Jesús, lo que subraya su propósito de ofrecer un relato detallado y fiel basado en la tradición apostólica. Esto resalta la importancia de la transmisión auténtica de la fe, que es crucial para los catequistas, quienes deben basarse en las enseñanzas sólidas de la Iglesia para formar a los creyentes.

En el versículo 14, Lucas menciona que Jesús regresa a Galilea “con la fuerza del Espíritu”, un detalle que subraya el papel fundamental del Espíritu Santo en la misión de Jesús. El Espíritu es quien lo guía y fortalece para llevar a cabo su obra redentora. Esta presencia del Espíritu también nos recuerda que, como catequistas, necesitamos vivir y transmitir el Evangelio con la misma fuerza del Espíritu, pues es Él quien nos capacita para comprender y vivir los misterios de la fe.

El centro del relato es el pasaje de Isaías que Jesús lee en la sinagoga. Al hacerlo, Jesús se revela como el Mesías prometido, el ungido por el Espíritu para llevar a cabo una misión de liberación integral. La misión de Jesús es mucho más que sanar enfermedades o liberar a los oprimidos políticamente. Él trae una liberación definitiva del pecado y la muerte, ofreciendo la salvación espiritual a todos. Este “año de gracia” anunciado por Jesús representa un tiempo en el que se realiza la salvación universal, un tiempo de restauración para la humanidad.

Finalmente, Jesús declara que “Hoy se ha cumplido esta Escritura”, lo que significa que Él es la realización de las promesas de Dios, el Mesías esperado por los pueblos. Para los creyentes, esta afirmación tiene un gran significado, pues implica que la salvación ya está presente en la persona de Jesús. Como catequistas, nuestra tarea es hacer presente este mensaje de salvación, anunciando que la gracia de Dios está disponible hoy para todos, especialmente para aquellos más necesitados.

En resumen, este pasaje no solo presenta un testimonio histórico, sino que nos invita a reconocer a Jesús como el cumplimiento de las promesas de salvación. Nos llama a vivir según su misión de liberación y a transmitir este mensaje de esperanza y gracia, guiados siempre por el Espíritu Santo.

Delegación Diocesana para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado 

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