Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Publicado:
17 abril, 2025
Domingo 20 de abril. Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor. Jn 20, 1-9. Él había de resucitar de entre los muertos.

El evangelio de este domingo de Pascua de la Resurrección, nos invita a reflexionar profundamente sobre la fe, la esperanza y la comprensión progresiva del misterio de Cristo.

María Magdalena, quien fue la primera en llegar al sepulcro, nos muestra un amor y una devoción profundos hacia Jesús. Al encontrar la losa del sepulcro quitada y al ver que el cuerpo de Jesús ya no estaba allí, su primer pensamiento es que alguien ha robado el cuerpo. Ella corre a contarle a Pedro y al discípulo amado, mostrando su preocupación, pero también su falta de comprensión total en ese momento.

El relato de los dos discípulos que corren hacia el sepulcro es tan significativo. Aunque Pedro es el líder entre los discípulos, es el «discípulo amado» quien llega primero, lo que nos muestra cómo, en algunos momentos, aquellos que están más cercanos a Jesús, de una manera más íntima, pueden captar las cosas antes que otros. Sin embargo, Pedro, al ser el líder, entra primero en el sepulcro, y es a través de él, quien observa los lienzos y el sudario, que se hace más claro que algo extraordinario ha sucedido.

El hecho de que el «discípulo amado» vea y crea, nos habla de cómo la fe no siempre es inmediata, pero que a través de la contemplación y la apertura del corazón, la verdad de la Resurrección se revela a nosotros. La Escritura nos enseña que, antes de ese momento, ni ellos ni nadie comprendían completamente las profecías sobre la Resurrección, pero al ver el sepulcro vacío, la realidad de lo que había ocurrido comienza a tomar forma en sus corazones.

Este texto nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe. Muchas veces, como los discípulos, nos encontramos confundidos o desorientados ante lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. Pero a través de la perseverancia, la reflexión y la oración, podemos llegar a comprender mejor los planes de Dios. La resurrección de Cristo es la esperanza que ilumina todas las tinieblas de nuestra vida y nos asegura que, incluso cuando no comprendemos por completo, podemos creer.

Así, este pasaje nos anima a seguir buscando, a correr hacia Cristo con la fe de que, al final, Él nos revelará la verdad, tal como lo hizo con los discípulos en ese amanecer glorioso.

Secretariado de Pastoral de Juventud y Adolescencia

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