La Universidad de Huelva inaugura solemnemente su curso académico con una misa presidida por el Obispo

Publicado:
29 septiembre, 2025
La comunidad universitaria de Huelva recibió así su curso académico con ánimo renovado, y con la invitación a caminar juntos: estudiantes, profesorado, personal, autoridades civiles y eclesiásticas, todos llamados a construir una universidad que sea hogar de saber, lugar de encuentro y plataforma donde la luz de la verdad alcance a la sociedad.

Con un clima solemne y de esperanza, la Universidad de Huelva celebró el pasado viernes, 26 de septiembre, la Misa de Apertura del Curso Académico 2025-2026 en la Iglesia Universitaria Santa María Sedes Sapientiae, sita en el campus del Carmen. La Eucaristía, que comenzó a las 10:00 horas, fue presidida por el Obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra, y contó con la participación del rector de la Universidad, los vicerrectores y demás autoridades académicas, acompañados también del delegado de Pastoral Universitaria, don Enrique Uzcátegui Rodríguez, y del rector del Seminario de la diócesis, don Juan José Feria Toscano.

Un auditorio interinstitucional y universitario

La ceremonia reunió a una nutrida representación de la comunidad universitaria: profesores, personal de administración y servicios (PAS), estudiantes, y también autoridades civiles y militares de la ciudad y la provincia. Entre las autoridades académicas, destacaban la presencia del rector (quien ocupó lugar principal por jerarquía), los vicerrectores, decanos y directores de facultades. Así como representantes de la diócesis y del ámbito pastoral universitario.

Este acto litúrgico no sólo fue un momento espiritual sino también una manifestación pública de la estrecha colaboración entre la Universidad de Huelva y la Diócesis de Huelva, ratificando el compromiso conjunto en el fomento del diálogo entre la fe y la cultura, así como en el acompañamiento de la juventud cristiana dentro del ámbito universitario.

Homilía: universidad, luz y sal en el mundo

Durante su homilía, el Obispo quiso ofrecer una reflexión profunda, vinculando la misión universitaria con la misión cristiana. Invitó a todos los presentes a ser “luz del mundo y sal de la tierra”, retomando el mensaje evangélico en el contexto de la vida académica. Subrayó que la universidad debe ser una casa donde nacen oportunidades para el ser humano: no solamente formación técnica o profesional, sino crecimiento integral que impulse a cada persona a iluminar la sociedad con sus valores, su ética y su compromiso.

En ese sentido, Mons. Santiago Gómez Sierra insistió en que la presencia de Cristo en el ámbito universitario no es opcional ni simbólica, sino esencial. Cristo, afirmó, envía al Espíritu Santo —fuente de sabiduría— para habitar en esta casa del conocimiento. Por ello, la universidad debe ser espacio donde ese Espíritu more, oriente la búsqueda de la verdad y sostenga los anhelos profundos de trascendencia de los estudiantes y docentes.

El Obispo evocó también imágenes cercanas: la universidad como campo de siembra donde germinan talentos, ideales y vocaciones; la sabiduría que no se reduce a datos ni competencias, sino que abre al sentido pleno de la existencia. Recordó que los estudios, lejos de separarse de la fe, pueden encontrar su verdadero impulso cuando la razón dialoga con el misterio, cuando el conocimiento técnico convive con la dimensión ética y espiritual.

Asimismo, expresó una llamada de atención a la juventud universitaria: no perder la audacia, la curiosidad, el idealismo, pero siempre con raíces firmes, especialmente en los valores humanos y en la esperanza cristiana.

Acto académico solemne: inauguración formal del curso

Finalizada la Misa, la comunidad universitaria se trasladó al aula magna de la universidad para celebrar el acto académico solemne de inicio de curso, a partir de las 12:00 horas. Este acto protocolario fue presidido por el Rector Magnífico, quien —rodeado por los vicerrectores, la junta de gobierno de la Universidad y las autoridades invitadas— declaró oficialmente abierto el curso 2025-2026.

En este acto intervinieron también el Obispo de Huelva, el delegado de Pastoral Universitaria y el rector del Seminario, representando a la diócesis. Su presencia oficial simbolizó la conexión permanente entre la institución educativa y la Iglesia diocesana. En sus intervenciones se reafirmaron los valores de servicio al bien común, la apuesta por la formación integral y el compromiso universitario con la sociedad onubense y más allá.

Una alianza institucional al servicio del bien común

Este doble acto —litúrgico y académico— pone de manifiesto la vocación de la Universidad de Huelva de cultivar no sólo la excelencia científica, técnica o profesional, sino también la formación humanística, ética y espiritual de sus miembros. En un mundo que demanda conocimiento, innovación y solidaridad, la alianza entre universidad y diócesis asume un papel relevante: ser puente entre fe y razón, diálogo cultural y compromiso social.

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