Sergio Lazo es el director del coro de la Santa Iglesia Catedral de Huelva

Una selección de personas de diferentes parroquias de la diócesis compondrá el coro del encuentro diocesano del 28 de septiembre. ¿Cómo surgió esta idea?

Pues, cuando Don Emilio Rodríguez me llamó para comentarme el evento que se quería llevar a cabo y que la comisión había pensado en mí para que fuera el encargado de poner música a la celebración eucarística, vi la oportunidad de hacer dicha celebración más participativa y dar la oportunidad a personas que desarrollan la labor de alabar a Dios, a través del canto, cada semana en sus parroquias.

¿Cómo está siendo el proceso de selección y cuáles serán los pasos para cantar en el coro el próximo 28S?

Se ha creado una página web  y se ha hecho difusión de ella a través de los párrocos para que ellos lo hagan extensivo a sus coros parroquiales o, en su defecto, la persona encargada de los cantos en las celebraciones.

Al entrar en la página hay que rellenar un formulario de inscripción, que se tarda menos de un minuto en completar y en unos días, la persona inscrita, recibirá un email con el repertorio, audios y partituras para poder ensayar en casa.

Quien canta reza dos veces. ¿Qué importancia ocupa el canto en la Liturgia?

El canto es parte activa de la propia liturgia. En el Sacrosanctum Concilium, que es la Constitución sobre la liturgia del Concilio Vaticano II, hay todo un capítulo dedicado a la música en la liturgia. En éste capítulo se afirma claramente que la finalidad de la música en la liturgia es “dar gloria a Dios y santificar a los hombres”.

Como director del coro de la Catedral cuentas con sobrada experiencia. ¿En qué momento está Huelva en lo que se refiere a música litúrgica?

Se ha cambiado mucho en los últimos años y, tengo que decir que, en algunos aspectos, ha ido a mejor, pero creo que hay necesidad de formación para directores, sacerdotes y seminaristas, para aunar criterios y que la música en la liturgia sea eso, música litúrgica. Cuando hablamos de música litúrgica estamos hablando de la misma liturgia, es decir, de la celebración de nuestra fe, por eso, no se trata de un añadido en las celebraciones sino que forma parte necesaria e integral de la liturgia.

¿Cómo dirigir un coro para hacer que, a través de éste, todo el Pueblo cante?

Es difícil, pero no imposible… El coro parroquial debe ser un instrumento para animar a la gente a que participe en la celebración. Hay que hacer hojillas de cantos y ensayos un poco antes de comenzar la misa, para ir aprendiendo cantos nuevos e ir ampliando el repertorio y no cantar el “Pescador de hombres” en todos los tiempos litúrgicos. Para ello hay que formar a personas que sean capaces de afrontar esta labor dentro de la iglesia. Dios nos ha dado a todos un instrumento que es poderosísimo, la voz. Voz para poder comunicarnos entre nosotros y con Él a través del canto litúrgico, a través de su Palabra.