La familia franciscana, junto con el secretariado diocesano de migraciones, organiza esta oración ecuménica e interreligiosa mañana sábado, 26 de octubre, a las 20.00 h. en el patio mudéjar del Monasterio de Santa María de La Rábida.

La inquietud por la Paz ha entrado en el corazón de nuestro momento histórico. Ha dejado de ser una apéndice más entre lo mucho que se dice y se escribe.

Esta cita del próximo sábado quiere ser una oración compartida por la Paz, para celebrar lo que celebramos los cristianos: “el don sobreabundante del Señor allí precisamente donde pretende abundar la torpeza de los hombres”… como piden tantos otro hermanos a diferentes deidades.

En su mensaje por la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado que celebramos el 29 de septiembre de 2019, el Papa Francisco ofreció siete claves para acoger e integrar a los migrantes en todo el mundo.

En el texto titulado “No se trata solo de migrantes”, el Santo Padre explicó que actualmente los migrantes sufren las consecuencias de “la globalización de la indiferencia”, ya que se han convertido en “emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su misma condición, con frecuencia son objeto de juicios negativos, puesto que se las considera responsables de los males sociales”.

La clave nº6 nos habla de “…la persona en su totalidad, de todas las personas”. “En esta afirmación de Jesús encontramos el corazón de su misión: hacer que todos reciban el don de la vida en plenitud, según la voluntad del Padre”, resalta el Papa.

“En cada actividad política, en cada programa, en cada acción pastoral, debemos poner siempre en el centro a la persona, en sus múltiples dimensiones, incluida la espiritual. Y esto se aplica a todas las personas, a quienes debemos reconocer la igualdad fundamental”, explica el Papa Francisco.

“A través de ellos, el Señor nos invita a reapropiarnos de nuestra vida cristiana en su totalidad y a contribuir, cada uno según su propia vocación, a la construcción de un mundo que responda cada vez más al plan de Dios”, concluye.

Esto ampara nuestro impulso a esta celebración, como punto de encuentro en el entorno de la familia franciscana de Huelva, y, a la vez, a todos los que compartimos una casa común, de mayores o menores dimensiones.

El “Espíritu de Asís” 

El “Espíritu de Asís” es un impulso al encuentro que inauguró el papa San Juan Pablo II el 27 de octubre de 1986 en el Encuentro Interreligioso celebrado en la ciudad de Asís. Después de 33 años, este encuentro se sigue celebrando con las correspondientes réplicas diocesanas por todo el mundo.

Cuando respondiendo a su llamada, rezaron y ayunaron juntos ciento cincuenta representantes de las doce principales religiones del mundo. Un soplo del Espíritu Santo para lograr armonía y paz en el mundo inspirado en el Hermano Francisco. Una propuesta para recorrer caminos de encuentro, de diálogo y amistad, primeramente con cristianos de diversas denominaciones y luego con todos los creyentes en Dios.