El obispo emérito de Huelva, José Vilaplana, invitado por el obispo de Huelva, Santiago Gómez, se encuentra dirigiendo esta semana los ejercicios espirituales del Clero y este sábado, 13 de noviembre, se unirá a la celebración de la festividad de San Leandro en la Santa Iglesia Catedral, que acogerá la Misa Pontifical con tal motivo, a las 19.00 horas.

Con el mismo semblante de siempre, cercano y familiar, y coincidiendo con el toque horario de las campanas del Santuario de la Patrona de Huelva, D. José abría puntualmente la puerta de la Casa Diocesana Virgen de la Cinta, para contarnos cómo se ha sentido al pisar de nuevo esta tierra onubense, la que ha sido su casa durante 14 años -y no ha dejado de serlo-, y de cómo está viviendo junto a sacerdotes diocesanos los ejercicios espirituales. Sin duda, valora mucho este tiempo para el silencio, la reflexión y la oración. Tal y como expresa, “el hecho de estar dirigiendo unos ejercicios espirituales en esta casa de ejercicios me hace sentir muy en casa y muy unido en la oración por toda la diócesis, como así lo hago desde mi pueblo”.

Lo primero que hizo al llegar a Huelva fue dirigirse a la residencia de ancianos Santa Teresa de Jornet para celebrar la Eucaristía y compartir un rato en la comida con los sacerdotes mayores, a quienes agradece que hayan entregado la vida por la Diócesis.

Nuestro Obispo Emérito, unido siempre a la Diócesis de Huelva en la oración y con un cariño que es recíproco, recibirá el próximo domingo en Bellavista (Aljaraque) el diploma de afiliación a la Orden de San Agustín, junto a otras personas colaboradoras de las tres parroquias de Aljaraque, atendidas por los agustinos, que celebran el aniversario de plata de su vuelta a la diócesis. D. José Vilaplana reconoce la labor pastoral de esta comunidad en las parroquias y, especialmente, en el centro penitenciario de Huelva.

Antes de volver a su pueblo, D. José Vilaplana visitará también el Seminario Diocesano. Invitado por su rector, Isaac Moreno, tendrá allí un momento de tertulia, celebrará la Eucaristía y se unirá a la cena.

El Obispo Emérito, que se trasladó de la provincia onubense hasta su tierra natal, Benimarfull (Alicante), tras la toma de posesión de D. Santiago como obispo de Huelva, en julio de 2020, vive actualmente la serenidad su pueblo, compartiendo la fe y la vida con sus paisanos, familia y amigos de siempre y, como al él gusta decir, como un “cura de pueblo”. Sencillez y cercanía con unos vecinos que le acompañan mientras espera la consecución de un proyecto que había trazado años atrás y que la pandemia pausó, como es el de su estancia por un tiempo en Tierra Santa, para orar y hacer balance. Parece que este “sueño” pronto se hará realidad.