El obispo de Huelva, D. Santiago Gómez Sierra ha presidido esta mañana, 19 de agosto, el tradicional voto del pueblo de Almonte que cumple doscientos nueve años desde aquella primera acción de gracias que realizaran los almonteños en 1813, motivado por la lucha que mantuvo el pueblo de Almonte contra las tropas francesas que habían invadido España, logrando resistir al invasor y siendo librados por la intercesión de la Virgen del Rocío de las fatales consecuencias que incluso pudieron suponer la desaparición, por exterminio, de los lugareños.
Con la Santa Misa de esta mañana se han culminado los cultos, tras el triduo celebrado desde el martes pasado en el templo rociero, y los actos que en torno a esta conmemoración han regresado al Santuario de la Blanca Paloma después de dos años consecutivos en los que, por causa de la pandemia, no habían podido celebrarse y que este año ha querido también recordar los 800 años del nacimiento de Alfonso X El Sabio, monarca cristiano de tanta significación en el origen de la devoción rociera.
Junto al Obispo de Huelva, han concelebrado el vicario episcopal para el Condado, párroco de Almonte, rector del Santuario de Ntra. Sra. del Rocío y director espiritual de la Hermandad Matriz, Francisco Miguel Valencia Bando, el vicario episcopal para la Administración de los Bienes Diocesanos y las Relaciones Institucionales, Jaime Jesús Cano Gamero, el vicario parroquial, José Antonio Castilla Rodríguez y los sacerdotes de la comunidad Orionista presente en la localidad y otros sacerdotes diocesanos e inclusos venidos de otras diócesis. A la celebración ha asistido la Junta de Gobierno de la Hermandad Matriz, presidida por Santiago Padilla Díaz de la Serna, representantes de la corporación municipal, otras autoridades civiles y militares, así como anteriores presidentes de la hermandad Matriz.
«La comunidad cristiana debe ofertar, con firmeza y con gozo, el anuncio alegre de la Buena Nueva de Jesucristo»
En su homilía, tras saludar a los presentes, Mons. Gómez Sierra ha recordado que «frente a una cultura secularizada, cada vez más extendida, la comunidad cristiana no puede permanecer impasible, acomplejada o arrinconada. Ha de ofertar con suavidad y con fortaleza, con valentía y con respeto, con firmeza y con gozo el anuncio alegre de la Buena Nueva de Jesucristo, el Señor. La devoción mariana de nuestra tierra, tan rica en sus expresiones de fe; ha de fortalecerse y crecer en fidelidad al Evangelio y convertirse, cada vez más, en un testimonio vivo y operante en la sociedad, como un servicio, con el mismo espíritu de servicio de María, nuestro modelo de creyente». «La devoción rociera –ha continuado diciendo– es, pues, expresión de nuestra unión con Dios, de nuestra condición de hijos de Dios, por lo que no puede haber disociación entre nuestro ser cristiano y nuestra devoción mariana».
El Obispo ha querido, a continuación, ofrecer «algunas notas que han de caracterizar el verdadero amor a la Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra, expresado en la devoción rociera»: una oración confiada, como en el día de hoyen el que Almonte hace memoria, «conmemorando que lo protegiera de su destrucción durante la invasión francesa»; una alabanza entusiasta, «una alabanza que está en el meollo de nuestra fe en el Pastorcito Divino del Rocío, porque, ¿para qué hemos sido introducidos en la comunión con Él en el bautismo sino para ser alabanza de su gloria? (cf. Ef 1, 6)»; y una imitación diligente de la Virgen Santísima, como «ya expresaba bien San Juan Pablo II, cuando decía que María, Madre de la Iglesia, es también su modelo».
Memoria de una Madre Protectora
Tras la homilía, la secretaria de la Hermandad Matriz, Inmaculada Ríos, ha procedido a la lectura del relato de los hechos que dieron lugar al Voto, para memoria de los almonteños: «Vuelve, Señora y Madre nuestra Tus ojos a nosotros, porque somos tuyos, queremos seguir siendo tuyos y Tú de Almonte, Amén», concluye la lectura del Voto de Acción de Gracias.
El 17 de agosto del año 1810, un grupo de treinta y nueve almonteños patriotas, asaltó el cuartel que en la localidad había establecido el ejército francés, dando muerte el capitán Douseau y a cinco soldados más, ya que este había recibido órdenes de reclutar a los hombres mayores de 15 años para la milicia francesa. Esto fue el desencadenante del propósito de saquear e incendiar la población por parte francesa, a lo que Almonte hizo frente con la oración, invocando entonces a la Virgen del Rocío para su mediación, ruegos que fueron escuchados frenando el avance de los ochocientos infantes franceses, sable en mano, que habían mandado desde Sevilla para aniquilar a la población. Cuando apenas distaban unas leguas de Almonte, este ejército recibió una orden para que frenasen su avance y retrocedieran.
Con motivo de estos acontecimientos y cuando el ejército francés se retiraba definitivamente de España, los representantes del pueblo de Almonte, Ayuntamiento, Clero y Hermandad Matriz, deseando manifestar el reconocimiento y gratitud, que deben al Todopoderoso Dios Nuestro Señor, por la intercesión de la Reina de los Ángeles, María Santísima del Rocío, acordaron unánimemente, el día dieciséis de agosto de 1813, hacer un voto formal y expreso, en su nombre y en el de las generaciones venideras, por el que en adelante y para siempre jamás, pasaran la madrugada del diecinueve de agosto en el Rocío, celebrando por la mañana Solemne Misa en la Ermita, en acción de gracias por el singular favor de la salvación del pueblo.
Procesión Eucarística por las calles de la aldea del Rocío
Tras el Rito de la Comunión ha tenido lugar la solemne procesión del Santísimo Sacramento, portado por el Obispo bajo el palio que han llevado los miembros de la hermandad, por las arenas de la aldea alrededor del Santuario, siendo acompañado de los sacerdotes concelebrantes, autoridades y anteriores presidentes de la Matriz y los fieles presentes en la celebración y que han llenado totalmente las naves del templo.
El manto azul del cielo sobre una aldea que hacía sonar sus campanas que acompañaban el rezo del pueblo que caminaba tras el Señor Sacramentado, una estampa que se esperaba desde agosto de 2019 y que ha llenado de gozo a los presentes.
Nuevos misioneros de la misericordia
Antes de concluir la celebración y una vez terminada la procesión Eucarística, el obispo de Huelva ha dado a conocer el nombramiento como “misioneros de la misericordia” del vicario episcopal del Condado, párroco de Almonte y rector del Santuario de Ntra. Sra. del Rocío, Francisco Miguel Valencia Bando, y del vicario parroquial de almonte, José Antonio Castilla Rodríguez, a quienes a hecho entrega del título.
Esta figura surge en la Iglesia con motivo del Jubileo de la Misericordia que el papa Francisco convocaba desde el 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016 con la finalidad de animar y estar al servicio de la diócesis en materia relacionada con la celebración del sacramento de la Reconciliación y con la predicación del Misterio de la Misericordia divina, especialmente en tiempos litúrgicos fuertes, teniendo reservada la confesión de algunos pecados que sólo pueden ser absueltos por el Sumo Pontífice. El Obispo ha agradecido el nombramiento realizado desde el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización con el que el Santuario de Ntra. Sra. del Rocío puede contar con dos nuevos sacerdotes para este servicio.
Las facultades que se conceden a los misioneros de la misericordia, reservados a la sede Apostólica, están limitadas a la absolución de pecados como: «la profanación de las especies eucarísticas; la violencia física contra el Romano Pontífice; la absolución del cómplice en pecado contra el sexto mandamiento del Decálogo; la violación directa del sigilo sacramental por parte del confesor; o la captación y/o divulgación mediante medios de comunicación social del contenido de la confesión sacramental verdadera o simulada».
La celebración se ha cerrado con el canto popular de la Salve a la Virgen y las palabras de agradecimiento de Rocío Corona, hermana mayor de la Hermandad Matriz para la romería 2022, que culminaba de este modo su mandato. Los cantos de la celebración han sido interpretados por la Agrupación Rociera armonizada por los directores del Coro Infantil de la Hermandad Matriz de Ntra. Sra. del Rocío de Almonte.