El obispo de Huelva, Mons. Santiago Gómez, ha presidido en la Catedral esta mañana de sábado, 12 de noviembre, la Misa votiva de San Leandro, en la víspera de su fiesta litúrgica. Han concelebrado el Vicario General y Deán, vicarios episcopales, Cabildo Catedral y otros sacerdotes y la celebración ha contado con la asistencia de autoridades y personas provenientes de distintos ámbitos y puntos de la diócesis.
Mons. Santiago Gómez ha iniciado su homilía recordando la figura de San Leandro: “un obispo santo, que tuvo un papel muy relevante en la consolidación del catolicismo en España a finales del siglo VI. A él se debe la unidad religiosa del antiguo reino visigodo. Antes de San Leandro conocemos la presencia cristiana institucionalizada en nuestra tierra, pues ya en el año 466 se tiene noticia de la existencia de la Diócesis de Elepla, hoy Niebla, que existió hasta la invasión musulmana y que no volvió a ser restaurada tras la Reconquista”. De igual manera, el Obispo ha señalado que “la fe en Jesucristo, que se predicó en España desde época apostólica, ha llegado hasta nosotros. De la obra del metropolitano de aquella Iglesia iliplense, San Leandro, somos deudores”.
En relación a las lecturas proclamadas, ha subrayado que “el profeta Isaías, nos anticipa la misión de Cristo, proclamando la Paz. La misión del Buen Pastor y la misión de los pastores a los que él llama no puede ser otra”. Y ha añadido que “esa fue la misión de San Leandro, que sufrió y trabajó por la paz y la unidad en la Iglesia y en la sociedad de su tiempo” y “consiguió la unidad y la paz en la Iglesia visigótica, cuando la herejía arriana, que se apartaba de la Verdad de Cristo, estaba a punto de provocar una de las más sangrantes tentaciones eclesiales: la división”.
Por todo ello, el Obispo ha afirmado que “vivir intensamente la unidad es tarea de la Iglesia en todas las épocas. También hoy para nosotros”. En este sentido, “San Pablo nos presenta a la Iglesia como Cuerpo de Cristo. Un Cuerpo en el que cada uno de los creyentes no sólo queda íntimamente unido a Cristo, que es la cabeza, sino también al resto de los miembros, formando así una unidad. Las imágenes de la Iglesia como Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo permiten ensamblar los valores de la unidad y la diversidad, la complementariedad y la totalidad, propios de la Iglesia-comunión”. Mons. Santiago Gómez ha continuado diciendo que “entendida así la Iglesia, la unidad no es el resultado de una autoridad rigorista, sino fruto espontáneo de la fe” y, en consecuencia, “tenemos el deber de configurar comunidades eclesiales que se miren en las primeras comunidades”.
Además, ha expresado que “también la comunión eclesial se convierte en inspiración e impulso para el compromiso que como ciudadanos debemos realizar en la sociedad” y, en esta clave, ha proseguido dirigiéndose a quienes han sido distinguidas la insignia Pro Onubense Ecclesia, “comprendemos, valoramos y agradecemos vuestra labor en la fundación “Nuevos Horizontes” y en las Residencias de los Patronatos diocesanos, queridas Lina y Paula. Signos de amor, comunión y solidaridad con los niños y familias más pobres, y con los ancianos, a menudo también marginados. Con estas obras que habéis puesto en marcha o hecho crecer, suscitando en torno a vosotras equipos de personas que comparten vuestra visión, misión y valores, así habéis sembrado la unidad y la paz en la Iglesia y en la sociedad de Huelva. Gracias, de verdad, en nombre de esta Iglesia diocesana”.
En la celebración, al órgano y animando el canto litúrgico, ha estado Sergio Lazo, director del Secretariado Diocesano de Música Sacra.
Acto de imposición de la distinción diocesana Pro Onubense Ecclesia
Tras la Misa, la celebración del patrón de la diócesis ha continuado en el Obispado de Huelva, donde se ha desarrollado el acto de imposición de la distinción diocesana Pro Onubense Ecclesia a las seglares María Catalina Ramírez García y Paula Santiago Domínguez.
Ha presidido el obispo de Huelva, Mons. Santiago Gómez, y han asistido el vicario general y vicarios episcopales de la diócesis; el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz; el alcalde de Higuera de la Sierra, Enrique Garzón; el capellán de la Guardia Real, Iván Manuel Cote; sacerdotes, familiares de las distinguidas con la insignia Pro Onubense Ecclesia, miembros de los patronatos de las residencias de Calañas, Cumbres Mayores, Escacena del Campo e Higuera de la Sierra, así como de la Asociación Benéfico Social de Formación e Inserción en el Belén de Huelva “Nuevos Horizontes”, otros condecorados con esta insignia, miembros de la Curia Diocesana y otros acompañantes cercanos a las dos seglares que han recibido el reconocimiento.
El acto ha comenzado con la monición introductoria del vicario episcopal para la Administración de los Bienes Diocesanos y Relaciones Institucionales, Jaime J. Cano, quien ha recordado a los presentes que la insignia Pro Onubense Ecclesia “es la condecoración con que nuestra Iglesia diocesana quiere reconocer la labor eclesial de algunos seglares en bien de la Diócesis, que intenta destacar a aquellos miembros de la Iglesia diocesana que se han distinguido por su comunión con los pastores de nuestra Iglesia local de Huelva”.
María Catalina Ramírez, más conocida como Lina, y Paula Santiago han recibido esta distinción y el diploma acreditativo de manos del Obispo, tras la lectura de los respectivos decretos por parte del canciller de la Diócesis de Huelva, Juan Bautista Quintero.
Ambas han compartido sus experiencias y han agradecido la colaboración durante su trayectoria, tanto de los Pastores diocesanos, como de tantas personas que les han ayudado en su labor y misión.
La intervención de Mons. Santiago Gómez ha sido la última de este acto solemne. Al inicio de su discurso el Obispo ha recordado que “San Leandro, Patrón de nuestra Diócesis de Huelva, fue obispo de Sevilla entre el año 578 y el año 600. El papel que jugó en el afianzamiento del catolicismo en España fue importantísimo: trabajó por la unidad de la Iglesia en torno a la fe católica y realizó un gran esfuerzo por llamar a la comunión de la Iglesia” y ha señalado que así lo expresa en su famoso sermón en el Concilio III de Toledo: “Regocíjate y alégrate, Iglesia de Dios, gózate porque formas un solo cuerpo para Cristo. Ármate de fortaleza y llénate de júbilo. Tu traje de tristeza se cambiará por el de alegría”.
En este sentido, ha destacado que “hoy nuestra Diócesis se regocija y se alegra, porque puede subrayar, con la concesión de la distinción diocesana Pro Onubense Ecclesia a dos de sus hijas, el trabajo y la labor callada y constante que, con espíritu eclesial han llevado a cabo Lina y Paula”.
Se trata de “una labor que yo enmarcaría en el cumplimiento de lo que el Apóstol San Pablo dice con respecto a las virtudes cristianas: la fe, la esperanza y el amor. De ellas, la más grande es el amor, la caridad cristiana. Estas dos hermanas nuestras han concretado entre nosotros y hecho realidad lo que dijo el Apóstol: Caritas Christi urget nos, el amor de Cristo nos urge. A ellas, el Señor, también como expresión de su fe y de su esperanza, les ha concedido ser entre nosotros, instrumentos muy destacados de su pasión por todos y cada uno de nosotros”, ha añadido.
En relación a la labor de Lina Ramírez Mons. Gómez Sierra ha hecho referencia a que en la estela del Siervo de Dios Francisco Girón, y siguiendo el interés pastoral de sus predecesores, D. Ignacio Noguer y D. José Vilaplana, también y sobre todo respondiendo a la vocación que ha recibido del Señor, “ha concretado la caridad de Cristo entre los mayores, a través de la dirección y gestión de las residencias de los patronatos de Santa María de Gracia, de Calañas; Virgen del Amparo, de Cumbres Mayores; Sor Ángela de la Cruz, de Escacena del Campo; y Virgen del Prado, de Higuera de la Sierra”.
Y en relación a Paula Santiago ha afirmado que también como fruto de su vocación y de su relación con las Religiosas del Sagrado Corazón, y con la colaboración de sus predecesores, D. Rafael González, D. Ignacio Noguer y el Obispo emérito, “ha concretado la caridad de Cristo entre los niños, los adolescentes y los jóvenes, y que se ha traducido en la Asociación Benéfico Social de Formación e Inserción en el Belén de Huelva ‘Nuevos Horizontes’, teniendo especialmente su escenario en Huelva, en torno al Colegio Virgen de Belén y el Santuario de la Cinta”.
La Iglesia diocesana, tal y como ha insistido el Obispo, quiere subrayar hoy, de esta manera, con la distinción otorgada, el compromiso de estas mujeres con los pobres: “entre esos pobres, están los mayores, niños y jóvenes que son especialmente débiles. Las obras que habéis promovido o rejuvenecido son expresiones del amor del Señor en la sociedad onubense de hoy”.
El acto, acompañado musicalmente al órgano por el canónigo prefecto de Liturgia, Francisco José Feria, ha terminado con el canto de la Salve y la bendición final.