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Domingo III de Pascua – A

Publicado:
19 abril, 2023
"Lo reconocieron al partir el pan."

“Ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver”. Lucas 24,13-35:

En el evangelio de este 3º domingo de Pascua vemos como todo lo acontecido en la Pasión y en la Cruz, ha desbordado el corazón de Cleofás y del otro discípulo, así como ha desbordado el corazón de los otros. Los discípulos-peregrinos de Emaús necesitan hacer dos caminos: uno geográfico: van de Jerusalén a Emaús y otro interior: haciendo memoria de lo vivido en el corazón.

Volver a Emaús significa para ellos tomar la decisión de dejar el camino de seguimiento de Jesús, la vida discipular y el anuncio del Reino. Sería como un volver atrás, un volver a lo conocido antes del encuentro con Aquel que revelaba a los no amados, el amor incondicional del Padre.

Cleofás y el otro discípulo avanzan en el camino hacia Emaús haciendo memoria de todo lo vivido junto a Jesús: sus palabras, sus gestos, su oración, su cercanía, sus encuentros significativos con una humanidad doliente… Pero también hacen memoria “sobre lo que había ocurrido”: la traición, el arresto, el juicio injusto, la condena, la pasión y la muerte en la cruz.

Emaús es una invitación a pensar en todas aquellas situaciones (personales y comunitarias) que hacen tambalear nuestras estructuras más profundas, aquellas en las que hemos puesto nuestras seguridades y aquellas que dan sentido a nuestros compromisos. Pero también, es el camino en el que evangelizan nuestras motivaciones reales para el seguimiento de Cristo. En Emaús, vuelve a resonar en el corazón la voz de una promesa: “ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar”.

Secretariado Diocesano de Familia y Vida.

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