En la mañana del pasado sábado 21 de octubre, en la Santa Iglesia Catedral de La Merced, tomó posesión como nuevo canónigo honorario D. Juan José Alamillos Romero.
El acto comenzó con la lectura del decreto de nombramiento por parte del Canónigo Maestro de Liturgia, D. Andrés Vázquez Martínez que, a su vez, recordó que el 22 de octubre -un día más tarde-, la Diócesis de Huelva celebra un año más de existencia desde que monseñor Pedro Cantero Cuadrado crease y fundase la institución. A continuación, D. Francisco José Feria Reviriego, Canónigo Prefecto de Liturgia, Bibliotecario, Archivero y Conservador del Patrimonio Cultural hizo lectura de la trayectoria y el recorrido del nuevo canónigo para, posteriormente, tener lugar el Canto de la Hora Sexta por los presentes.
El nuevo Canónigo Honorario tomó la palabra resaltando dos palabras, “Gracias” y “Oración”. Este es el texto íntegro de su lectura:
“Muy Ilustre Sr. Deán, Ilustrísimo Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de la Merced en Huelva. Rvdos sacerdotes que participáis de este acto, queridos familiares, que con gozo y satisfacción aquí estáis, representantes de las Parroquias de Almonaster la Real, Galaroza…
Dos palabras, en este momento, tan entrañable e irrepetible para mi, cargado de agradecimiento, y de anonadamiento… en dos palabras quiero reducir lo que siento hoy, a los aquí presentes.
La primera palabra es GRACIAS, sin duda al Rvdm° y Excm° Sr. Obispo, D. Santiago Gómez Sierra por concederme la dignidad de Canónigo Honorario, en esta Santa Iglesia Catedral, de la Merced, tan querida y venerada por mí, pues en ella recibí, el Ministerio de lector y las Ordenaciones de diácono y presbítero.Al Ilustrísimo Sr. Deán y Vicario General de la Diócesis, a los Ilustrísimos hermanos, en el sacerdocio, que forman este Cabildo y que con tanto afecto, me han acogido a formar parte del mismo. Soy el más pequeño e inexperto en estas tareas catedralicias, espero me vayáis dando la formación e información, útil y necesaria para hacerlas bien y mejor cada día.
Gracias a mi familia, que aquí se halla, como el día de mi ordenación, en aquella ocasión estaba la presencia de mis padres. Hoy, sí están presentes, pero desde otra dimensión.
La mayor parte de mi vida ha transcurrido en la Sierra, desde Castaño del Robledo hasta Galaroza. (1.980/2.023). Para aquel joven maestro de E.G.B. que llegaba con ilusiones docentes y la mirada puesta, en volver pronto, a su Valle de los Pedroches, se le vio alterada la idea. Pues una realidad se le presentaba donde podía, dar algo más de lo que ya daba en su escuela y a sus alumnos.Vino al Seminario, terminó su formación teológica, comenzada en Comillas, fue ordenado sacerdote y se dedicó a servir a la diócesis allí donde se le requirió para ello. Esa tónica de servicio, ha sido la que ha marcado mi vida y en ella sigo moviéndome. Al aceptar, por tanto, este nombramiento lo hago en esa sola y única dirección, el servicio a la Diócesis, en aquello para lo que se me necesita. No ha habido, ni hay, otra perspectiva o interés personal. La obediencia que prometí, a D. Rafael González Moralejo y a sus sucesores, en el día de mi ordenación, es lo que siempre ha prevalecido y deseo continúe en mí.
Espero siga siendo, el único móvil, de mi vida, hasta ser consumada en las manos del Padre. Por lo cual, el servicio a la Iglesia es lo nuclear para mí.Gracias a los que me habéis ayudado en las tareas parroquiales, en los distintos lugares, donde la obediencia me llevó, y que hoy, queréis compartir el inicio de este nuevo servicio que la Diócesis me pide. Gracias a todos, muchas gracias, también a los que no se hallan aquí.
La segunda palabra es: ORACIÓN, que pido a los presentes, para que aquello qué se me encomienda lo realice en ese deseo de bien hacer, en un servicio total, a la Diócesis. En comunión con el Cabildo que me acoge. No vengo en soledad a esta tarea, me incorporo a un Cabildo donde la unión, la fraternidad, la ayuda mutua, la mano tendida… han de estar presentes en cada una de las funciones, que como a tal entidad eclesiástica, se nos encomienda.
Bajo el amparo de la Virgen de la Merced, titular de esta Catedral, me pongo, para que, por su mediación maternal, sea pródiga en mí vida. Por supuesto, sea Ella la maternal Guía en todas y cada una de mis acciones. De su mano pido la intercesión de San Pedro Poveda, canónigo en Covadonga, por mi vinculación a él, desde las tareas docentes. A fin de que por sus ruegos y ayuda, sea fiel en el bien hacer. Buscando siempre la gloria de Dios por medio del servicio ministerial a la Iglesia. Gracias a todos, confío en vuestra oración.”
Tras ocupar su nuevo escaño en el coro y tomar asiento recibiendo un fraternal abrazo de bienvenida, se realizó así la quieta y pacífica posesión de sus canonjías.
El Cabildo Catedral de Huelva fue creado por el Papa Pío XII, a instancias del primer Obispo Pedro Cantero Cuadrado, el 4 de junio de 1954, mediante la bula Cum sit proprium Ecclesiae. El nuevo canónigo, junto al resto del Cabildo, cumplirán con su obligación de acompañar al Obispo diocesano en las funciones más solemnes, así como hacer presente a la Iglesia diocesana que ora constantemente mediante la celebración de la Santa Misa de Coro y la recitación de una parte del Oficio Divino.