La Adoración Nocturna es una asociación de fieles que, reunidos en grupos se turnan velando en las horas de la noche para adorar a Dios en nombre de toda la Iglesia, a través de Cristo. De este modo quieren agradecer al mismo Cristo, Dios y Hombre, su presencia en el Sacramento que los une al Sacrificio redentor.
Si algo puede definir la espiritualidad de la Adoración Nocturna es la imitación de Cristo adorador del Padre, que durante su vida mortal oraba frecuentemente de noche, y que ahora perpetúa su adoración, su intercesión y su sacrificio redentor en la Eucaristía.
La adoración se plasma con el gesto corporal de la postración (caer de rodillas) y sobre todo con la actitud del corazón; ambas son expresión de entrega total y generosamente libre ante la soberanía absoluta de Dios.
Tres rasgos pueden definir la adoración eucarística; estos son:
- Afirmación expresa, ante los hombres, de nuestra fe en la presencia sacramental permanente de Cristo en la Eucaristía, que deriva del sacrificio y se ordena a la comunión.
- Búsqueda de una vivencia más intensa del misterio eucarístico para llenarnos de él y hacerlo vida en nosotros.
- Compromiso concreto de ser, con nuestra vida, testimonio de la realidad del amor de Dios presente entre los hombres.
La adoración de Cristo en la Eucaristía constituye un deber y una obligación de la Iglesia que quiere agradecer la condescendencia de Dios al estar presente entre nosotros. San Agustín ha expresado este sentimiento diciendo que “no sólo no pecamos adorando la carne que Cristo nos da a comer, sino que pecamos no adorando”.
El Adorador Nocturno disfruta de un trato más íntimo con Jesucristo y obtiene de esa especial relación un aumento de fe, esperanza y caridad adquiriendo una consciencia más delicada de la dignidad de todos los hombres, de las necesidades del mundo y de su papel como cristiano.
Como todo movimiento eclesial, necesita la renovación constante en sus miembros. Desde estas líneas hacemos una invitación a todas las personas que se sientan llamadas a unirse a nuestras vigilias de adoración. Recordemos aquellas palabras del Señor: “Bienaventurados aquellos a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.”
Desde 1906, y de forma ininterrumpida la Adoración Nocturna en Huelva ciudad, Moguer y Bollullos del Condado. Posteriormente fueron surgiendo nuevos grupos de adoradores en diversos puntos de nuestra provincia.
Cada primer miércoles de mes, tras la Misa de 20.30h, la Adoración Nocturna de Huelva se reúne en la Iglesia de las Madres Agustinas (Calle 3 de agosto esquina con Plaza de las Monjas) para adorar al Santísimo Sacramento durante una Vigilia.