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El Obispo despide a las Hermandades del Rocío de la capital

Publicado:
16 mayo, 2024
Tanto la Real Hermandad de Emigrantes de Huelva como la Real Hermandad del Rocío de Huelva ya marchan hacia la aldea almonteña tras celebrar las misas oficiadas por el obispo, monseñor Santiago Gómez Sierra. | Imagen: Archivo

Tanto este miércoles, 15 de mayo, como este jueves, 16 de mayo, el obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra, ha oficiado las misas previas a las salidas tanto de la Real Hermandad de Emigrantes del Rocío así como de la Real Hermandad del Rocío de Huelva.

Este miércoles, en la Casa Hermandad de Emigrantes, el obispo quiso recalcar, en su homilía, el mensaje de la unidad en el camino.

Esta es la homilía completa:

“Con esta Eucaristía comienza el camino para esta Hermandad de Emigrantes de Huelva. Y comienza el camino con la Eucaristía porque toda la experiencia del Rocío, el camino, la estancia y el encuentro con la Santísima Virgen del Rocío, no puede ser otra cosa que en el fondo su verdad más plena, una experiencia espiritual.

Igual que habéis preparado la ropa, los animales, toda la infraestructura que conlleva el camino, tenemos que prepararnos, también, como lo estamos haciendo con esta Eucaristía, espiritualmente, para que sea un encuentro con la Santísima Virgen del Rocío, que no puede ser otra cosa que un encuentro con su hijo, el Pastor Divino, que ella nos presenta en sus brazos.

Y para hacer este camino, que simboliza en el fondo nuestra propia vida porque cuántas veces la metáfora del camino sirve para describir lo que es nuestra vida, vamos en ese camino. Y vamos caminando a esas marismas eternas y vamos a caminar, en esta mañana, hacia las marismas del Rocío. Para ello, necesitamos ir fortalecidos interiormente con la palabra del Señor, con la presencia de Dios. Seguros también de la intercesión maternal de la Santísima Virgen.

Hemos escuchado en la palabra de Dios unos cuantos mensajes que nos pueden ayudar a vivir realmente la experiencia del Rocío. Jesús pide al Padre que seamos uno y que seamos también nosotros uno. La experiencia de la unidad, la experiencia de la comunión, la experiencia de caminar juntos, de ayudarse unos a otros y es una experiencia propia también de la peregrinación y de la experiencia del Rocío.

Que pidamos a la Santísima Virgen que nos ayude a vivir esta unidad en este camino. Que seáis uno, uno como Hermandad de Emigrantes y uno también haciéndonos en esa comunión con toda la familia rociera y con toda la Iglesia que se va a congregar también en El Rocío.

Para ser uno, necesitamos cuidarnos mutuamente. El apóstol San Pablo, cuando se despide de la comunidad de Éfeso, de aquellos cristianos con los cuales el apóstol había vivido prácticamente durante dos años constituyendo aquella primera Iglesia en esa ciudad de Éfeso, le da esa esta consigna: “Tened cuidado de vosotros y de todo el rebaño sobre el que el Espíritu Santo os ha puesto como guardianes” (Hechos, 20:28-32). Se lo dice a los presbíteros de aquella Iglesia, pero vale también para todos nosotros al comenzar esta peregrinación. Tened cuidado unos de otros.

Vivir la unidad es salir para poder vivir. Lo necesitamos en toda la experiencia de nuestra vida y, particularmente, vivirlo en este camino que vais a iniciar.

Y también esta palabra que recoge el apóstol San Pablo como dichas por Jesús, las únicas palabras que hay en el Nuevo Testamento que se dicen que son de Jesús, pero no están en el Evangelio. Pero el apóstol dice que son dichas por el Señor: “Hay más dicha en dar que en recibir” (Hechos, 20:35), dice el apóstol.

La experiencia del Rocío y la espiritualidad rociera, y lo que vivís como familia rociera, también tiene que ver con esto. La dicha de dar. En El Rocío, las casas son un hospedaje para cualquiera que llama a la casa y entra en vuestra propia casa de Hermandad.

Pues que esa generosidad a la que nos invita la palabra de Dios siempre sea también la que presida a este caminar hacia la aldea de El Rocío.

Ser uno, cuidarnos unos a otros y ser generosos porque la alegría verdadera está más en dar que en recibir. Que así se lo pido a la Santísima Virgen del Rocío y así os invito a que lo pidamos todos. Que ese sea el Espíritu que presida este camino que comenzamos con la Eucaristía.”

Un día más tarde, desde la Casa Hermandad del Rocío de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra incidía en su homilía en la importancia de la unidad en todo aquello que conlleva la experiencia rociera. Desde el camino, hasta las celebraciones y el encuentro con la Santísima Virgen del Rocío.

Puede leer la homilía íntegra a continuación:

“Estamos celebrando esta Eucaristía como inicio del camino de este año 2024 hacia el Santuario de la Virgen del Rocío en esas marismas, queridas por la imagen de la Virgen del Rocío y por ese rostro tan amado y venerado por todos los devotos de esta familia rociera.”Estamos celebrando esta Eucaristía como inicio del camino de este año 2024 hacia el Santuario de la Virgen del Rocío en esas marismas, queridas por la imagen de la Virgen del Rocío y por ese rostro tan amado y venerado por todos los devotos de esta familia rociera.

La palabra que acabamos de escuchar nos da dos consignas para el camino, para esta experiencia de la peregrinación al encuentro de ese rostro bendito de la Santísima Virgen del Rocío. La primera es el testimonio. Nos habla de ella la primera lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles donde ya comentando el final de San Pablo, ese testimonio que tiene que dar Jerusalén y cómo él apela al César el ser trasladado a Roma y allí ser juzgado como una ocasión para dar testimonio de Cristo resucitado. Un testimonio que quiere llevar al centro de lo que era aquel mundo antiguo como era la ciudad de Roma y del Imperio.

Por tanto, ahí tenemos una clave siempre para la vida cristiana y hoy nos lo brinda la palabra de Dios para iniciar este camino. El testimonio. Vosotros, hermanos y hermanas rocieras que vais a hacer este camino con la Hermandad del Rocío de Huelva, acompañando al Simpecado hasta el Santuario de la Virgen del Rocío, tenemos ocasiones para hacer testimonio cristiano. En nosotros está en dar ese testimonio porque el Rocío no es solamente una fiesta, pues es una fiesta de la fe, de encuentro con el Señor y que eso se note en vuestra manera de vivirlo, de manifestarlo, de comunicarlo. Que el encuentro con el Simpecado, con la Virgen e incluso el encuentro con la confesión, de participar en la Eucaristía, en el Rosario o en el rezo del Ave María a la Virgen del Rocío, pues que todo eso sea un testimonio de la vida cristiana, una manifestación de lo que llevamos en el corazón, una manifestación de la verdad de nuestra fe. Esta es una invitación que nos hace la Palabra de Dios y si no hacemos eso, si no rezamos, si no miramos a la Virgen sin devoción, si no hay momentos en los que no buscamos el encuentro con Dios, pues, como dice esa sevillana “usted habrá visto la fiesta pero no sabe o no conoce el Rocío” porque para conocer el Rocío hay que vivir esa experiencia y encuentro con Dios con ese Pastorcito Divino que nos presenta la Virgen.

Y la segunda consigna que nos da el Evangelio que hemos escuchado es la unidad. Es el deseo de Jesús de que todos sean uno “como tú padre en mi y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros para que el mundo crea que me has enviado (Juan, 17:21-23)” Esa unidad, que nace de nuestra incorporación a Jesucristo, de nuestra incorporación a la Iglesia por el bautismo, también en una imagen de San Pablo formamos un cuerpo, con muchos miembros y cada uno distinto, pero todos miembros de un mismo cuerpo del que Cristo es la cabeza.

Y por tanto, la experiencia cristiana, la experiencia de encuentro con el Señor, la devoción verdadera a la Santísima Virgen del Rocío nos lleva a buscar la unidad. En cualquier ámbito de nuestra vida, sea en la familia, sea en el trabajo, en lo social. Caminar juntos, como vais a hacer, junto a vuestro Simpecado, es una ocasión privilegiada para vivir la unidad. Estamos invitados a salir de nuestra comodidad, a salir de nuestro propio confort, a buscar el bien de todos y eso es también una experiencia de hermandad, de esta Hermandad del Rocío de Huelva de la que también tenemos que dar testimonio.

Pues vivamos, queridos hermanos y hermanas, familia rociera de esta Hermandad del Rocío Huelva, vivamos este Rocío con estas claves que nos ofrece la Palabra de Dios. Demos testimonio de nuestra fe cristiana y vivamos la unidad como hermanos entorno a nuestra madre, la Santísima Virgen del Rocío.”

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