El cartel anunciador del Corpus Christi de Huelva es una reproducción fotográfica de un óleo sobre lienzo de la pinacoteca del Obispado de Huelva: La Comunión de la Virgen, obra anónima del siglo XVII. Es una rara iconografía, que representa el momento en que San Juan Evangelista, revestido anacrónicamente con ornamentos sacerdotales de época barroca, da la comunión sacramental a la Virgen Santísima, que aparece arrodillada y vestida con los colores concepcionistas jacinto y azul. Esta infrecuente iconografía tiene sus antecedentes en algunas representaciones del siglo XIV y tienen su más probable origen en la literatura mística postridentina, como refrenda la Venerable Madre María de Jesús de Ágreda, que contempla la comunión de la Virgen después de la Ascensión del Señor. Otra obra con esta iconografía en nuestra diócesis la tenemos en el retablo mayor de Santa Clara de Moguer.
Este cartel, al anunciar una fiesta eucarística, quiere resaltar que la Eucaristía tiene una triple dimensión: es Sacrificio, es Banquete y es Presencia permanente. Quien comulga recibe el fruto de la Víctima del Sacrifico: Cristo, participando del Banquete sagrado que anuncia el reino del cielo y adorando el Sacramento del altar. Como recordaba San Juan Pablo II, el Pan eucarístico que recibimos es la carne inmaculada del Hijo, es como una nueva Encarnación. Ese Pan que comulgamos es el mismo que llevaremos en procesión por las calles de Huelva, como muestra de adoración a Cristo presente entre nosotros hasta el fin de los tiempos. Este cartel puede prepararnos para esta fiesta, al recordar aquella comunión espiritual que dice: Yo quisiera Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre, con el mismo espíritu y fervor de los santos.