Este pasado miércoles, 28 de mayo, el Círculo de Silencio volvió a congregar a decenas de personas en un acto cargado de simbolismo y compromiso. Bajo el lema “Asentamientos. Una realidad preocupante”, la cita, promovida por el Secretariado Diocesano de Migraciones de la Diócesis de Huelva, quiso poner sobre la mesa las difíciles condiciones de vida que afrontan muchas personas migrantes que residen en asentamientos precarios.
Durante el encuentro, marcado por el silencio como forma de denuncia, se reflexionó sobre las desigualdades y la vulnerabilidad a la que estas personas están sometidas, a menudo invisibilizadas a pesar de su contribución a la sociedad.


Desde el Secretariado de Migraciones se recordó la importancia de mantener viva la conciencia social ante esta realidad, subrayando que «el silencio no es pasividad, sino un grito que clama justicia y dignidad para todas las personas, sin excepción».
El acto concluyó con un llamamiento a la comunidad a seguir participando en estos encuentros mensuales, para no dejar de señalar las injusticias que sufren las personas migrantes y fortalecer, desde el respeto, una cultura de acogida y fraternidad.