La comunidad diocesana de Huelva vivió en la mañana de este sábado, 21 de junio, un momento de especial alegría y esperanza. En una solemne celebración presidida por el Obispo de Huelva, Monseñor Santiago Gómez Sierra, el seminarista Iván Huzo fue ordenado diácono en la Santa Iglesia Catedral, dando así un paso decisivo en su camino vocacional hacia el sacerdocio.
Un camino vocacional enriquecido por la diversidad de tradiciones litúrgicas
Iván Huzo, natural de Ucrania y formado en el Seminario Diocesano de Huelva, ha tenido la gracia de vivir su proceso formativo en comunión con las raíces de su Iglesia de origen. Fruto de esta trayectoria, ha recibido la Sagrada Ordenación Diaconal a través de un rito singular que une dos tradiciones: el rito bizantino y el rito romano. Este gesto expresa la riqueza espiritual de la Iglesia universal y la unidad en la diversidad de sus ritos litúrgicos.





Durante su homilía, Mons. Santiago Gómez ha destacado el carácter esencial del diaconado como ministerio de servicio en nombre de Cristo, Siervo y Buen Pastor: “Para nosotros, como sacerdotes, asistir a una ordenación es recordar la nuestra. Una ordenación es una bendición para toda la Iglesia diocesana. Es una ilusión. Todos podemos decir, en esta mañana, demos gracias a Dios por esta ordenación”.
El nuevo diácono continuará ahora su formación en vistas al sacerdocio, mientras se integra plenamente en la vida pastoral de la diócesis, participando activamente en parroquias y comunidades donde ejercerá funciones propias del ministerio diaconal: el anuncio de la Palabra, la asistencia en la celebración de los sacramentos y el servicio a los más necesitados.
Una Iglesia que camina unida y misionera
Esta ordenación es también signo de la vitalidad vocacional de la Iglesia onubense, comprometida con el acompañamiento de los jóvenes que sienten la llamada al sacerdocio o la vida consagrada. La Diócesis de Huelva anima a todos los fieles a rezar por las vocaciones y a sostener espiritualmente a quienes entregan su vida al servicio del Reino de Dios.
Pedimos al Señor que bendiga abundantemente el ministerio de Iván Huzo y le conceda fidelidad, alegría y entrega generosa, para que, desde el diaconado, sea testigo del Evangelio y servidor de la comunión.




