«La familia tiene una vocación natural de educar a los niños. ¡No renuncien a tener hijos por miedo a no poder educarlos y prepararlos para afrontar los retos y responsabilidades de la vida! La crianza de los hijos requiere amor y el deseo de sacar al otro lo mejor de sí mismo». Son palabras del Papa Francisco en esta octava entrega de esta serie de vídeos que, con motivo del año Familia Amoris Laetitia publica el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida en colaboración con el Dicasterio para la Comunicación.
Entre los testimonios, Patrizia, madre de una familia misionera itinerante, actualmente en Maastricht Holanda, explica: «Intentamos hacerlo con nuestra debilidad, llevándolos con nosotros a la Eucaristía desde la infancia, rezando con ellos por la mañana y por la noche, antes de las comidas haciendo una oración, y especialmente los domingos haciendo una celebración en casa muy festiva, en la que el padre de familia pregunta a cada uno de ellos: “¿Cómo ilumina tu vida la Palabra de Dios?». A través de este diálogo, los hijos se acostumbran a crecer sabiendo que Dios está presente en su historia y que actúa en ella».
El Santo Padre presenta los capítulos de esta exhortación, junto con familias que dan testimonio de algunos aspectos de su vida cotidiana. Así, cada mes, durante 10 meses, se viene publicando un nuevo vídeo con las reflexiones del Papa y los testimonios de familias de todo el mundo, en diálogo.
Cada video va acompañado de un subsidio pastoral, que puede ser utilizado de manera flexible tanto por las familias como por las distintas realidades eclesiales (diócesis, parroquias, comunidades). Cada subsidio, además, está subdividido en 4 partes, cada una de las cuales puede ser utilizada para profundizar en la familia o la comunidad, incluso en momentos diferentes.
Esta herramienta pretende ser una ayuda para la pastoral familiar, con propuestas y sugerencias que pueden adaptarse al contexto local. El objetivo es alimentar la reflexión, el diálogo y la práctica pastoral y, al mismo tiempo, dar valor, estímulo y ayuda a las familias en su vida espiritual y concreta de cada día.