Nuestro Obispo, que asistirá mañana sábado, 30 de abril, a la Misa exequial que se celebrará en la Catedral hispalense, ha señalado que “los cristianos sabemos que con la muerte no termina todo, sino que la caridad se prolonga más allá de la muerte como obra de misericordia, rezando por el alma de nuestros difuntos”, por lo que “encomendemos el alma de D. Carlos para que el Señor le reconozca como siervo bueno y fiel y le dé el descanso eterno”.
El primer contacto personal de D. Santiago con el cardenal se produjo en su etapa como sacerdote diocesano de Córdoba. Cuando Mons. Gómez Sierra fue nombrado obispo auxiliar de Sevilla (2011), el cardenal hacía algo más de un año que había pasado a ser arzobispo emérito y su huella estaba muy presente en el clero y pueblo sevillano. D. Santiago Gómez lo eligió como uno de los tres obispos consagrantes principales en su ordenación episcopal, como gesto de respeto y afecto hacia su persona.
D. Carlos Amigo también lo acompañó en la toma de posesión como Obispo de Huelva. La última conversación de ambos prelados se produjo el pasado domingo de Resurrección para felicitarse la Pascua, una felicitación pascual que estaba muy cerca de la llamada del Señor a la pascua definitiva del cardenal.
D. Santiago agradece las muestras de cariño y oraciones de los fieles e instituciones de nuestra diócesis por el que fue durante 27 años nuestro arzobispo metropolitano.