Queridos diocesanos:
Todavía en plena Pascua, gozándonos con María por la Resurrección del Señor, estamos en el mes de María, este mes de mayo tradicionalmente consagrado a la Virgen Santísima. Nuestra plegaria se une de una forma especial en ese mes mariano por tantas cosas necesarias que el corazón nos sugiere: la paz mundial, la sequía y tantas otras necesidades que nos rodean.
Desde la Secretaría del Sínodo, a través de la Conferencia Episcopal, nos ha llegado la iniciativa de unirnos en oración con María al finalizar este mes mariano, para pedir por los frutos del Sínodo de la Sinodalidad. Cercano ya el final de este mes de mayo, a través de estas letras os quiero convocar a que nos unamos en oración ante María por esta intención especial. Pongamos a los pies de nuestra Madre, de la Madre de la Iglesia, los frutos espirituales que han de brotar de ese Sínodo, un Sínodo que ha tenido varias etapas, entre ellas la fase diocesana que hicimos el curso 2021, y la etapa continental que se llevó a cabo en 2022. Ahora se prepara el propio Sínodo, que tendrá lugar en Roma en octubre de 2023.
El objetivo de este tiempo es que la Iglesia pueda aprender, a partir de este camino sinodal, qué procesos le pueden ayudar a vivir la comunión, realizar la participación y abrirse a la misión. Por eso tenemos que pedir que el Espíritu Santo guíe a su Iglesia en este camino sinodal. La Virgen estaba con la primera comunidad cristiana: «perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos» (Hch 1, 14). María sigue estando con la Iglesia hoy, con los pastores y los fieles que hemos de caminar juntos tras los pasos de Jesús.
Pido a las comunidades parroquiales, a las comunidades religiosas, a los movimientos y asociaciones apostólicas, a las hermandades, en definitiva, a todos los fieles diocesanos, que nos unamos en oración por el fruto espiritual del Sínodo de la Sinodalidad. Como signo de todo ello, os invito a que el último día de este mes consagrado a María, el 31 de mayo, fiesta de la Visitación de la Virgen, y siguiendo los materiales o subsidios que nos han enviado desde la Conferencia Episcopal y que haremos llegar a todas las parroquias, hagamos un rato de oración con el Santo Rosario ante la imagen mariana de más devoción en cada comunidad, pidiendo por el Sínodo de la Sinodalidad, para que del mismo salga fortalecida la comunión de todos los que formamos la Iglesia, pastores y fieles, que juntos seguimos al Señor Jesús, que es el Camino, la Verdad y la Vida.
Con afecto os bendigo.
✠ Santiago Gómez Sierra
Obispo de Huelva