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La Catedral clausura la Navidad con las festividades de la Epifanía y Bautismo del Señor

Publicado:
7 enero, 2024
Estas dos solemnidades han puesto fin al tiempo litúrgico de la Navidad, que comenzó el pasado 25 de diciembre con la Natividad del Señor.

El obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra, presidió la Santa Misa en la Santa Iglesia Catedral de la Merced, tanto el sábado 6 de enero como el domingo 7 de enero, con motivo de la Epifanía y el Bautismo del Señor, respectivamente.

En su homilía correspondiente a la Epifanía del Señor, el obispo destacó el significado de la Epifanía, que significa “manifestación” de Dios a todos los pueblos, representados por los magos de Oriente que vinieron a adorar al Niño Jesús. “Esos Magos encuentran la verdad en un niño, con María, su madre, y de rodillas, lo adoran. Lo reconocen como rey, como hombre y como Dios. Esa búsqueda del Dios humano, pues la hemos encontrado en el rostro del hijo eterno de Dios” a lo que añadió que debemos aprender “de Jesús, que es él el que se nos ha revelado como Dios invisible. Que la Santísima Virgen María nos muestra nosotros, ya culminando este tiempo de Navidad, el rostro de su hijo para que nuestra Fe vaya creciendo. Hemos de contemplar cara a cara el rostro de Jesucristo. Pidamos a la Virgen que nos ayude en esa búsqueda de Dios”.

Asimismo, un día más tarde, explicó de igual manera el sentido del Bautismo del Señor, que marca el inicio de su vida pública y su misión salvadora. “En este Bautismo de Jesús llega a nosotros la repercusión que tiene este hecho, no puramente ajeno. En el Bautismo de Jesús, se inaugura nuestro propio bautismo. Es lo más grande que nos ha pasado”.

“Podemos pensar que no tuvimos nada que ver porque, la mayoría de nosotros, fuimos bautizados a los pocos días o meses de nacer. Pero el bautismo es un don, pues nuestros padres, sin contar con nosotros, han engendrado una vida y ello significa traer un don bueno al mundo. Ese bautismo nos ha hecho hijo de Dios, porque nada ni nadie podrá separarlo de ese amor de Dios. Por eso hoy es un día grande y hermoso para dar gracias por nuestro bautismo y dar gracias de nuestra Fe”, añadió.

Para culminar, el pastor diocesano quiso hacer referencia en su exégesis a los mandamientos que debemos cumplir. “Ese don (del bautismo) lleva también un modo de vida que hemos de aprender. El amor de Dios está en cumplir los mandamientos porque esa voluntad del padre es buena. Hemos oído tantas cosas y, a veces, somos tan sordos para escuchar sus palabras, para rezar u orar… A veces gastamos muchos recursos, energías en cosas o labores que no aprovechamos y no ponemos las prioridades donde deben estar. Hemos de dejarnos conducir por el Señor, cumpliendo los mandamientos. Pidamos al Señor que este tiempo de Navidad que clausuramos llene nuestro corazón de alegría y gratitud y que el esfuerzo por cumplir los mandamientos no lo convirtamos en un yugo pesado, sino en un camino de gratitud que, siguiendo a Cristo, podamos alcanzar”, finalizó.

Dicha festividad contó con la presencia de la artista almonteña Macarena de la Torre que, con su cante, amenizó litúrgicamente el acto.

Al finalizar, y como suele ser habitual en estas fechas navideñas, los fieles besaron o le hicieron una reverencia al Niño Jesús en manos del obispo que agradeció la presencia de los fieles que se dieron cita en ambas celebraciones y les animó a vivir este nuevo año con esperanza y confianza en Dios.

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