El pasado miércoles 24 de septiembre tuvo lugar el primer Círculo de Silencio del presente curso pastoral, organizado por el Secretariado de Migraciones.
Durante el acto se leyó un manifiesto bajo el lema “Migrantes, signos de esperanza”, que recordó la dignidad y la valentía de quienes dejan atrás su tierra en busca de un futuro mejor. El texto subrayó que migrar es un acto de esperanza y resistencia, y que los migrantes enriquecen a las sociedades que los acogen con su cultura, su historia y su esfuerzo.


El manifiesto también señaló los obstáculos que enfrentan, desde políticas restrictivas hasta prejuicios sociales, y reconoció la importancia de los gestos de fraternidad que transforman la vida cotidiana: comunidades acogedoras, vecinos solidarios, voluntarios, maestros y profesionales que acompañan sin distinción.
Además, se hizo un llamamiento a la solidaridad global, recordando la situación de quienes se ven forzados a migrar en contextos de conflicto, como las familias desplazadas en Gaza, y se subrayó la necesidad de defender la vida, la dignidad y la justicia para todos los migrantes.


Con esta iniciativa, la Diócesis de Huelva reafirma su compromiso con la acogida y la defensa de los derechos humanos, promoviendo la sensibilidad y la acción de la comunidad frente a las injusticias y la exclusión.