Un año más, la Diócesis de Huelva se dispone a vivir este significativo gesto litúrgico y pastoral que marca el camino hacia la Navidad. La Luz de la Paz de Belén llega como llamada a la esperanza y a la reconciliación, recordando a toda la comunidad cristiana el sentido profundo de la espera confiada del Señor.

Esta celebración pone de relieve que el Adviento no es un tiempo pasivo, sino una espera activa que impulsa a transformar la propia vida y el entorno que nos rodea. Una actitud especialmente presente en el escultismo católico, que encuentra en esta iniciativa una ocasión privilegiada para renovar su compromiso con los valores evangélicos.

Bajo el lema de este año, “Uniendo corazones, iluminando el mundo”, la Entrega de la Luz invita a tomar conciencia de que solo desde la unidad y el esfuerzo compartido es posible avanzar hacia un mundo más justo y fraterno. Una unidad que nace del encuentro, del servicio y de la búsqueda sincera del bien común.

En un contexto marcado por tantas sombras, este gesto sencillo y profundo quiere encender la luz en numerosos corazones llamados a sembrar esperanza. La Diócesis anima a parroquias, movimientos, asociaciones y fieles a participar en esta celebración, acogiendo la Luz de Belén como signo de paz y compromiso cristiano en la vida cotidiana.