En lo que ha sido una nueva sesión de Formación Permanente del Clero, el sacerdote y director del Secretariado de Migraciones de la Diócesis de Cádiz-Ceuta, Gabriel Delgado, ha presentado a nuestro Clero hoy jueves, 14 de febrero, una radiografía del fenómeno migratorio actual en la frontera Sur de España.
Para ello, ha descrito esta realidad con la objetividad que otorgan los datos estadísticos, al tiempo que ha aludido a qué tiene que decir la Iglesia en este sentido, en cuanto al acompañamiento en la fe y en la vida de los migrantes. Así, ha determinado que “las migraciones son un fenómeno global en el mundo actual”, una realidad “tan antigua como la humanidad que tiene una importante incidencia en la persona y en la familia”, con sus consecuencias positivas y negativas, tanto en el origen como en el destino.
“Cuando hay un cambio espacial, la escala de valores del inmigrante se desmorona y pierde la base que sustenta su vida. Hay inmigrantes para los que eso supone un gran choque”, sobre todo, cuando se pasa de un mundo más rural a una sociedad más avanzada, ha explicado Delgado. Como conclusión ante esta circunstancia ha señalado que “no puede hacerse un análisis simplista, porque la migración es un fenómeno complejo que se debe abordar de forma estructural”. Para ello, tenemos que “caminar en la Tierra queriendo ser el único Pueblo de Dios”.
En España hemos pasado de ser un país de migración a uno de inmigración, “un país que recibe a una multitud de gente procedente de muchos sitios” y, además, “hemos experimentado un gran cambio en un corto periodo de tiempo”, según ha manifestado el sacerdote.
Según los datos aportados por el ponente, en España la población extranjera (empadronada) es del 10.1%, de los que el 37,7% es comunitario y el 62,3% no comunitario. En total, más de 120 nacionalidades, entre las que hay una mayor presencia de Marruecos y de Rumanía. En Andalucía, la proporción es de un 7,38% de extranjeros, de los que un 49% procede de Europa. manteniéndose la tónica nacional en cuanto al país de procedencia mayoritario (Marruecos y Rumanía) y con una fuerte presencia también de personas originarias de Reino Unido.
Como dato de interés, excepto en Almería y Jaén, ciudades en las que la mayoría de extranjeros es africana, en el resto de ciudades el origen es europeo, más allá de lo que se puede imaginar en un primer momento. Por otra parte, Almería y Málaga son las provincias con mayor presencia extranjera. Otro dato de los aportados por Gabriel Delgado que no se debe desdeñar es que, entre los años 2009 y 2018, “la población de nacionalidad extranjera ha bajado en un millón de personas, excepto en Huelva y Cádiz, provincias en las que ha habido una subida” (en el caso de Huelva se ha pasado del 7,76% registrado en 2009 al 8% de 2018).
“En las parroquias es donde mejor se puede desarrollar la pastoral de migraciones”