
El hijo de Dios se ha hecho hombre, Dios se ha hecho arte
Celebramos con todo esplendor y colorido el misterio del nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre. A Dios no se lo podía representar en imágenes: sería idolatría. Pero desde el momento en que Dios ha tomado nuestra carne, se ha hecho visible y representable artísticamente. El mismo Jesús lo dijo: “Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”. Ahora lo contemplamos hecho niño, rodeado del cariño de María y de José, de los pastores y de los ángeles que claman: “¡Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!”.