Los datos de la actual campaña de la declaración de la renta nos deja una buena noticia: aumenta la colaboración a través de la ‘x’ en favor de la Iglesia católica.
Es un dato muy positivo. A nivel de España el incremento en el número de declaraciones ha sido mayor, por encima de 51.000 declaraciones. Es la mayor asignación que se hace por parte de los contribuyentes a la Iglesia desde el actual sistema de asignación tributaria que se gestó en 2007. Podemos decir que un tercio de los contribuyentes marca la ‘x’ en favor de la Iglesia católica.
¿Qué valoración puede hacer en lo que respecta a Huelva?
También el incremento se ha visto reflejado. Tomando como referencia los IRPF 2016 y 2017 (campañas 2017 y 2018), vemos que hay un incremento en el número de declaraciones (pasamos de 80.159 a 83.092 declaraciones) en esta última campaña. Eso supone un porcentaje de un 0,48 de incremento. En lo que se refiere al importe económico, pasamos de 1.643.000 euros a 1.732.000 euros. Todo ello, supone una mayor concienciación por parte de la ciudadanía en lo que respecta a reconocer la labor de la Iglesia en este tiempo de crisis en el esta institución ha estado ahí para resolver muchos problemas que han surgido en el orden social, en las necesidades más primarias, etc.
Recientemente ha asistido a un encuentro organizado por la Conferencia Episcopal sobre gestión del patrimonio. Con frecuencia vemos que el patrimonio de la Iglesia es criticado. ¿A qué razón cree que se debe?
Si tenemos en cuenta que el 80 por ciento del patrimonio cultural de España pertenece a la Iglesia, también tomaremos conciencia de lo que supone el mantenimiento y el sostenimiento del mismo. Cuando criticamos los bienes que tiene la Iglesia, debemos también ser justos y atribuirle el mérito de que ese patrimonio haya llegado hasta nuestros días, por una parte, porque la Iglesia ha sido el garante que lo ha hecho posible y, por otra, porque no es ningún regalo en términos económicos, sino que más bien al contrario: la conservación, restauración y mantenimiento son una verdadera ruina. Si miramos nuestro patrimonio histórico, veremos la función social, pastoral y de desarrollo económico que tiene. Nuestros templos no sólo se dedican al culto y a la actividad pastoral, sino que también acogen la labor de Cáritas y de atención a los más necesitados en las diferentes poblaciones de nuestra provincia, por ejemplo. Son lugar de encuentro los diferentes acuerdos firmados con los ayuntamientos y, en muchos casos, son el único reclamo turístico existente en nuestros pueblos, que hacen posible el sostenimiento económico de buena parte de la población. El patrimonio se mantiene gracias a la colaboración de administraciones públicas locales, aportaciones de empresas privadas y, sobre todo, gracias a tantos feligreses que con su aportación, tanto ordinaria como extraordinaria, lo hacen posible. Ellos son el verdadero motor de subsistencia de la Iglesia.
¿Por qué marcar las dos ‘x’ en nuestra declaración?
Porque este gesto no implica ni pagar más en la renta ni que nos devuelvan menos y contribuye al sostenimientos de una labor que repercute en beneficio de la sociedad en su conjunto.