Este jueves ha tenido lugar una Eucaristía de acción de gracias en la Capilla del Colegio Diocesano Sagrado Corazón de Jesús, en Huelva, con ocasión de la jubilación de D. Rafael Repiso García, Director General del Colegio Sagrado Corazón de Jesús.
Después de casi 40 años de servicio en el Colegio Diocesano, en este día, toda su familia y compañeros, han querido agradecerle su larga contribución en la hermosa tarea de educar y esperando que dentro de muchos años sus alumnos de ayer y hoy, le recuerden tanto por su talla de educador como su talla de persona y sin dejar siempre de transmitir, que todo el que ha pasado por su Colegio, lo reconozca como un lugar de referencia y de bien. Fue una celebración sencilla pero sincera, de acción de gracias por toda una vida dedicada a la educación, buscando lo más positivo de cada uno de sus alumnos, extrayendo de ellos lo mejor, acompañándolos en sus dificultades, ayudándoles a conocerse con sus virtudes y sus defectos, a valorarse, a aceptarse a cambiar para llegar a ser personas portadoras de valores sólidos y evangélicos. Nunca ha faltado su apoyo y cercanía ante las necesidades de los compañeros y compañeras, compartiendo tanto los momentos buenos como los reveses de la vida.
Gracias, D. Rafael. Siempre te recordaremos, por el entusiasmo puesto y las ganas de darlo todo y de que los demás se sientan bien, haciendo lo que deben hacer. Has aportado simpatía, cercanía, fuerza, vitalidad y lo has hecho con sencillez y naturalidad.
Te pido de corazón, que no cambies en esto, que sigas siempre buscando y quedándote con lo mejor de cada persona. Gracias a Dios por tu vida y gracias también por tu familia y amigos que te ayudan a ser así.
Nuestro deseo es que Dios te siga bendiciendo y te conceda la mayor felicidad llenándote de todo lo bueno. Gracias.
Andrés Degrado,
secretario del Colegio Diocesano
y presidente de la Asociación Cristiana de profesores Manuel Siurot
Palabras del Obispo en agradecimiento por su labor
“Ahora, al dar gracias al Señor, miras hacia atrás y reconoces como Él te ha ido llevando de la mano, primero en el Colegio San Pablo, de grata recordación; en el Seminario Diocesano, en el Colegio San Leandro y, por último, en el Colegio Diocesano del Sagrado Corazón de Jesús, ese proyecto de clara raigambre en la obra de San Manuel González y de impronta siurotiana, que nuestra Iglesia diocesana tiene como uno de sus cometidos esperanzadores para el futuro de nuestra sociedad onubense.
También quiero yo darte las gracias en nombre de la Diócesis y en el mío propio… Te queda tarea por delante, a nivel eclesial y a nivel familiar, como esposo, padre y abuelo. Sigue confiando en el Corazón de Aquel en cuyo nombre has trabajado, viéndolo reflejado en tantos alumnos a los que has enseñado y entregado estos años de tu magisterio”.