Cáritas Diocesana de Huelva ha emitido esta mañana una nota de prensa en la que expresa que “no podemos seguir tolerando que esta realidad de los incendios en los asentamientos chabolistas de inmigrantes en torno a los municipios freseros, se convierta en un hecho cotidiano, sin que las Administraciones Públicas adopten las medidas inmediatas de acogida”. A continuación ofrecemos el texto íntegro:
Ante el nuevo incendio registrado el pasado viernes 19 de febrero en el Asentamiento de Palos de la Frontera, Cáritas Diocesana de Huelva sigue alertando de la falta de medidas a medio y largo plazo que ayuden a atajar las condiciones de grave exclusión y precariedad que están en la raíz de unos sucesos cada vez más frecuentes.
Como ya señalamos en distintas ocasiones, no podemos seguir tolerando que esta realidad de los incendios en los asentamientos chabolistas de inmigrantes en torno a los municipios freseros, se convierta en un hecho cotidiano, sin que las Administraciones públicas adopten las medidas inmediatas de acogida que eviten que estas personas temporeras tengan en una chabola su única alternativa de alojamiento en la provincia de Huelva, seguimos poniendo de manifiesto que después de dos décadas aún no existe ningún plan integral de actuación ni recurso de alojamiento ante una de las campañas agrícolas más importantes del territorio nacional.
Ante esta situación, Cáritas Diocesana de Huelva urge a las diferentes administraciones a asumir su parte de responsabilidad en la solución de esta realidad y a tomar en cuenta las constataciones que Cáritas Diocesana de Huelva y el resto de entidades sociales presentaron dentro del informe sobre ‘La realidad de los asentamientos chabolistas en la provincia’,
Desde Cáritas Diocesana de Huelva llevamos años alertando y denunciando la vulneración total de derechos humanos a la que se ven sometidas las más de dos mil personas que malviven en estos asentamientos chabolistas en campaña agrícola y que, a fecha de hoy, siguen poniendo rostro a una de las realidades de exclusión más escandalosas que se dan a nivel autonómico, nacional y europeo.
En plena crisis social y sanitaria tenemos que hacer real el no dejar a nadie atrás, por ello, pedimos a las administraciones públicas la articulación de medidas de acogida e integración de las personas temporeras que viven en nuestros municipios para lograr que sucesos como el registrado en Palos de la Frontera dejen de ser noticia, ofreciendo soluciones más allá de lo inmediato, y que sean a medio y largo plazo para su erradicación. Este compromiso con la defensa de la dignidad humana y la seguridad personal de las personas temporeras que vienen a convivir con nosotros es un reto humanitario que nos involucra a todos: fuerzas políticas, agentes económicos y sociales, organizaciones humanitarias, comunidades cristianas y ciudadanía.
Desde Cáritas Diocesana de Huelva y la Parroquia del municipio afectado, seguimos trabajando desde la cercanía como en anteriores ocasiones cuando ha sucedido un desastre como un incendio. Lastimosamente los recursos de los que dispone Cáritas Diocesana de Huelva apenas llegan para afrontar la ayuda humanitaria de este drama, siendo inimaginables la cobertura de otras medidas más integrales y que podrían ayudar a paliar esta situación social trascendiendo la emergencia social y pasando al plano de la vulneración de derechos humanos.
En Cáritas Diocesana de Huelva sabemos, por propia experiencia, que existen posibles propuestas de acogida y de mediación laboral centradas en la promoción personal que ayudan a dignificar la vida de estas personas. Estamos convencidos de que en manos de todos está evitar que estas situaciones de indignidad y vulnerabilidad se perpetúen entre nosotros ante la pasividad de muchos.