El Señor ha llamado a su presencia al presbítero D. Domingo Martín Martín, hijo de Sebastián e Ildefonsa, nacido en Almonte el 10 de agosto de 1934. D. Domingo fue lo que entonces se llamaba una vocación tardía. Tras una experiencia profesional, respondió a la llamada que Jesús le hizo para ser sacerdote. El Siervo de Yavéh, arrodillado ante sus discípulos lavándoles los pies, era para él una imagen de Cristo servidor que le cautivó y que siempre le enterneció, reviviendo su respuesta al Señor para ser ipse Christo, para ser imagen suya. La parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de Almonte acogerá el entierro mañana, 14 de enero, a las 11.00 h., presidido por nuestro Obispo, D. Santiago Gómez.
Don Domingo, respondiendo a la llamada ingresó en el Seminario Diocesano de Huelva, donde fue ordenado presbítero el 13 de junio de 1969 por el Venerable Siervo de Dios José María García Lahiguera. Su vida sacerdotal se caracterizó por el celo en la atención a las parroquias que sirvió, por la promoción de la pastoral familiar, y la cooperación con las misiones.
Su primer destino pastoral lo tuvo como Ecónomo de Berrocal y Encargado de Marigenta y El Membrillo, desde 1969 a 1971. Entre 1971 y 1976 fue Ecónomo de La Zarza y Encargado de El Perrunal. También, entre agosto y octubre de 1972, Encargado de las parroquias de Calañas, Sotiel Coronada y Mina Torerera. En 1976 llegó como Cura Párroco a Valverde del Camino, donde estuvo hasta 1985. Tras un breve paréntesis de actualización de estudios en Salamanca, fue nombrado, primero como Administrador Parroquial entre 1986 y 1991, y luego entre 1991 y 2014, Cura Párroco en la Parroquia de Nuestra Señora Estrella del Mar, de Huelva, bajo cuyo servicio pastoral fue reabierto, tras una profunda restauración, el templo parroquial de la calle Rábida. Unido a este último cargo parroquial fue Rector de las iglesias de Santa María de la Esperanza y del Santo Cristo de la Misericordia.
A nivel diocesano recibió varios encargos y responsabilidades: Arcipreste del Andévalo (1972-1975), Miembro del Consejo Diocesano de Economía en 1979, Director del Secretariado de Pastoral Familiar en 1986, Arcipreste de Huelva (1995-1996), Director del Secretariado Diocesano de Apostolado del Mar (1997).
El Señor que lo llamó, lo visitó últimamente con la enfermedad. En ella, D. Domingo ha tenido la oportunidad de experimentar lo que dice el Salmista, identificándose plenamente con Cristo Sacerdote: “Yo digo al Señor: Tú eres mi Dios. No hay bien para mí fuera de ti. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano” (Cf. Sal 15, 2. 5). La Virgen Santísima, a quien veneró, como buen almonteño, con particular devoción bajo su advocación de Nuestra Señora del Rocío, lo introduzca en el séquito del Rey eterno.
Descanse en Paz.