La mañana de hoy, 16 de mayo, el Centro Cultural José Luis García Palacios de la Fundación Caja Rural del Sur ha acogido la presentación del libro “El Rocío y San Juan Pablo II: mis experiencias rocieras” que recopila las homilías de quien fuera párroco de Ntra. Sra. de la Asunción de Almonte y rector del Santuario de Ntra. Sra. del Rocío aquel 14 de junio de 1993, el día en el que el santo papa Juan Pablo II, desde un balcón del santuario, grito a los miles de fieles rocieros congregados: “¡Que todo el mundo sea rociero!”.
El periodista Eduardo Sugrañes ha coordinado la edición de este sencillo libro que recoge escritos y homilías de un sacerdote que, como el propio Sugrañes describe en la presentación del libro, le llevaron “a profundizar en esa petición del Papa para limpiar el polvo del camino que llena de impurezas una devoción de siglos, arraigada en el pueblo”.
El presidente de la Fundación Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios Álvarez, abría con sus palabras la presentación de este acto que, de algún modo, se ha convertido en un homenaje a un hombre querido por todos: “Don Diego –como es conocido con todo merecimiento– reconocimiento a pie de calle, ese que llaman civil y social, a una persona extraordinaria y necesaria para una sociedad como la que hoy tenemos”. De igual manera, el vicario general, Padre Emilio Rodríguez Claudio, ha agradecido en nombre de la Diócesis de Huelva la vida, trayectoria y testimonio de D. Diego Capado, resumiéndolo en dos palabras: “servicio y alegría, que resumen su vida y reconoce todo el clero diocesano; porque sabes, Diego, que tus compañeros te queremos”.
Tras el Vicario General, ha llegado el turno del autor del libro y protagonista de esas “experiencias rocieras” que le han configurado como persona. D. Diego ha desbordado en gratitud a todos los presentes y que representaban toda su trayectoria vital, testigos de sus andanzas en donde “en ocasiones me ha tocado torear buenos miuras”, ha señalado con su habitual gracia y desparpajo. Capado Quintana ha culminando su memoria agradecida recordando a José Luis García-Palacios, fundador y primer presidente de la Federación de Cajas Rurales Andaluzas, y a todos los rocieros que ya habitan “las Marismas Eternas”, de un modo especial, a San Juan Pablo II, “a quien pedimos que siga intercediendo por nosotros”, cerrando su intervención con los vivas “a la Blanca Paloma, a los hermanos y peregrinos que llegan hasta sus plantas, al Pastorcito Divino, …, a la Madre de Dios”.
La presentación ha concluido con las palabras del alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, que ha destacado en sus palabras la inmensa labor de un cura que, “desde que llegó a la Concepción en 2006, ha liderado la parroquia con pasión y entrega y nunca con frivolidad, porque en lo hondo de lo que dice y hace siempre Don Diego está dejando la huella de lo que mueve su vida”.
El Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva ha querido sumarse al homenaje de manos de su presidente, Antonio González, haciendo entrega de una placa en gratitud por toda su labor al servicio de las hermandades en Huelva.