“Encomienda tu camino al Señor y él actuará” (Sal 37,5) es el lema de la Jornada de responsabilidad en el tráfico que la Iglesia en España celebra el primer domingo de julio, este año el día 2. Desde hace 55 años, el departamento de Pastoral de la carretera promueve esta Jornada coincidiendo con el inicio de los desplazamientos masivos por las vacaciones de verano y próxima a la festividad del patrón de los conductores y transportistas, San Cristóbal, el 10 de julio.
¿Cuál es el mensaje de los obispos?
El mensaje de este año, en sintonía con el lema, es una invitación, a cada uno de los conductores, para antes de iniciar el viaje rezar unos momentos al Señor para poner en sus manos “vuestro camino con la seguridad de contar con su ayuda”. La oración, “además de ponernos en relación con Dios, estimula nuestra responsabilidad”.
Los obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad humana recuerdan que la Jornada de Responsabilidad en el tráfico tuvo sus inicios en el Día de Oración por la carretera que se instauró en 1970 por los muchos accidentes y muertos que había en la carretera. El propósito de este día, explican, era pedir la ayuda de Dios para todos los que viven, viajan y mueren en carretera y ayudar a despertar en todos el sentido de responsabilidad cristiana en el tráfico.
“Una forma sencilla de orar –recomiendan- es hacer la señal de la cruz”. Un gesto “sencillo, pero de un gran significado de fe”. El padrenuestro, la Salve, el Ángelus, o el rosario son otras oraciones “que rezamos” a lo largo de nuestras vidas en ocasiones y circunstancias muy diversas. “Y, ¿por qué no?, también cuando viajamos las podemos rezar”.
Además, destacan que cada vez más conductores tengan presentes la oración del conductor, la del Cristo de la Carretera, la de la Virgen de la Prudencia o san Cristóbal. Los obispos y el departamento de Pastoral de la carretera precisan «que no se trata de convertir nuestro vehículo en una capilla» pero “nos complace saber” que en muchos vehículos y camiones van colgados signos religiosos o llevan imágenes de algún santo de la devoción del conductor.
“Si estos signos religiosos en el interior o exterior de nuestros vehículos -continúan-nos ayudan a rezar y elevar nuestro corazón a Dios, benditos sean todos ellos”. Porque rezar para tener un buen viaje “nos estimula a poner los cinco sentidos para conducir con responsabilidad y en las debidas condiciones”. Y “creer en el Señor, amigo de la vida (Sab 11,26), exige de nosotros cuidar de esta, la nuestra y la de los demás, con todo mimo y dedicación”.