El aula Juan Pablo II de la Casa de la Iglesia acogía este curso que se ha desarrollado de modo intensivo las tardes del 9,10, 16 y 17 de octubre. El curso ha incluido dos bloques: uno sobre la relación de ayuda a través del counselling, conducido por la doctora en Enfermería, máster en Duelo y máster en Bioética y Humanización de la Asistencia, Ángela Ortega Galán; y un segundo bloque dirigido más propiamente a la intervención en el duelo, conducido por Juan F. Martínez Moreno, máster en Duelo y coordinador del Centro de Escucha San Camilo de Huelva (CESC).
Los participantes, entre los que se encontraban voluntarios del CESC y de otros ámbitos pastorales como Cáritas o Pastoral Familiar, han aprendido a identificar los elementos que caracterizan la vivencia del duelo, así como desarrollar la competencia relacional y emocional en las relaciones personales y en el trabajo interdisciplinar.
Junto a esto, se ha profundizado en las actitudes que componen la triada Rogeriana (empatía, autenticidad y aceptación incondicional), que fundamentan el modelo de intervención “humanizar”, centrado en la persona, además de entrenar habilidades específicas para el acompañamiento eficaz a personas en situación de duelo.
Especialmente significativos han sido los testimonios de personas que han sido atendidas en este Centro con duelos muy diversos y que, generosamente, explicaron cómo han vivido sus particulares procesos y en qué modo les ha ayudado el acompañamiento recibido. Además, miembros del equipo del CESC han compartido también su experiencia como “escuchas” exponiendo, entre otras cuestiones, el modo en el que se trabaja en los Grupos de Ayuda Mutua. El Centro de Escucha San Camilo de Huelva es una iniciativa de la “Asociación de Acompañamiento en el Duelo y las Pérdidas” (ADUPE), en relación con el Centro de Escucha San Camilo de Tres Cantos-Madrid y la Red de Centros de Escuchas. Más de 350 personas han sido atendidas en los diez años de andadura del centro. Personas que han tenido experiencias vitales como la muerte de un ser querido, un proceso de enfermedad terminal, ser cuidador de una persona enferma al final de su vida, perder el estatus social o económico por desempleo, una ruptura familiar traumática u otras situaciones similares.