El Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización invita a los fieles del mundo entero a participar, un año más, en la iniciativa del papa Francisco conocida como “24 horas para el Señor”.
Se trata de un encuentro que busca redescubrir, en el seno de la Iglesia, el sacramento de la Reconciliación y que este año lleva como lema “Él perdona todas tus culpas” (Salmo 103, 3). Esta celebración tiene lugar entre el viernes y sábado que anteceden el IV Domingo de Cuaresma, este año los próximos días 12 y 13 de marzo.
Este tiempo de especial dedicación a la oración y a la celebración del sacramento de la Reconciliación, tiene su origen en el contexto del Jubileo Extraordinario de la Misericordia que promulgó el papa Francisco entre el 8 de diciembre de 2015 y el 20 de noviembre de 2016. En la bula de convocatoria de este año jubilar Francisco indicaba que “muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior” (Bula Misericordiae Vultus, n.17).
Este año, debido a las restricciones que vivimos a consecuencia de la pandemia, su celebración será más testimonial, dejando libertad a las comunidades de propiciar algún encuentro de oración y espacios para la confesión durante los días 12 y 13 de marzo en cada una de las parroquias de nuestra diócesis. Para ello el Pontificio Consejo ha elaborado un subsidio, tanto para la oración comunitaria como para preparar bien la confesión. (Puede descargarse al final de esta noticia)
Junto a esto, en el video de la Red Mundial de Oración del Papa para este mes de marzo, Francisco quiere resaltar la alegría que trae el sacramento de la reconciliación. Se trata de un mensaje lleno de esperanza, en el que invita a redescubrir la fuerza de renovación personal que tiene el sacramento de la confesión en nuestra vida.