Fue hace justo un año, el 28 de abril de 2021, cuando se produjo la toma de posesión de los miembros del actual Consejo Episcopal de la Diócesis de Huelva en la capilla del Obispado, cuyos nombramientos habían sido anunciados unos días antes por el obispo de Huelva, Mons. Santiago Gómez (el 14 de abril).
El acto, que se inició con el rezo de la Hora Intermedia y unas palabras del Obispo, tuvo lugar ante la atenta mirada de los miembros de la curia y también del recién nombrado equipo del Seminario Diocesano, que tomaría posesión en el mes de junio.
Fue un “momento relevante para la vida de la Iglesia particular de Huelva”, como lo definió D, Santiago, quien empezó dando las gracias, porque “cuando decimos gracias reconocemos que algo hemos recibido que no es nuestro, que no lo hemos hecho nosotros”, manifestando así que el cambio de estructura del gobierno de la diócesis que se instauraba en ese momento era la continuidad “en la que yo mismo recojo los frutos del trabajo apostólico de nuestro querido Obispo emérito José Vilaplana, a quien tenemos muy presente en esta celebración”, aseguró, al tiempo que mostró su agradecimiento al equipo de gobierno saliente por su “su trabajo y entrega a la Iglesia de Huelva durante estos años y la acogida y ayuda que me habéis prestado durante estos meses”, desde que fuera nombrado Obispo de Huelva (15 de junio de 2020).
Y se dirigió también al nuevo Equipo Episcopal, para recordar que “en la Iglesia todo es servicio”, además de agradecer a los miembros de la Curia su colaboración, instándoles a “permanecer en ese estilo de servicio”, y hacer presentes a “clero, seminaristas, religiosos, laicos, en definitiva, todos los que formamos la Iglesia Diocesana de Huelva, a quienes encomendamos en nuestras oraciones”.
A continuación, los miembros del nuevo equipo episcopal realizaron la profesión de fe y juramento de fidelidad, finalizando el acto con la bendición solemne del Obispo y celebrándose posteriormente el primer Consejo Episcopal de los nuevos miembros.
El padre Emilio Rodríguez, que hasta entonces había sido vicario episcopal con el anterior equipo y, a partir de entonces, pasaba a ser el nuevo vicario general de la diócesis, ha hecho balance de lo que ha definido como “un año muy especial de inicio de un camino que no es nuevo, porque siempre en nuestras acciones hay un seguir caminando, pero sí con nuevas expectativas y modos y en eso está lo fundamental”. El vicario general de la diócesis ha destacado que, con la pandemia, al Obispo “le ha tocado bregar en su primer año, y en este segundo también, con muchas dificultades que nos han impedido realizar una vida normal en el camino de la diócesis, siendo a partir de este curso cuando D. Santiago ha podido ir tomándole la medida a la diócesis y nosotros hemos podido empezar a caminar con una cantidad impresionante de acciones y de actividades, como la preparación de la visita ad limina, todo el trabajo a nivel diocesano del sínodo, la diócesis está ya también en marcha estudiando las orientaciones pastorales para los próximos años y las actividades normales que se realizan en la misma a lo largo del año”. Como evaluación de este año podemos decir que el Consejo Episcopal ha acompañado al Sr. Obispo en su tarea de gobierno de la diócesis y lo ha ayudado a poner en marcha toda esta serie de actividades” que, ha insistido, “no son un camino nuevo, sino que es la continuidad en la gestión de la tarea pastoral que el Señor encomienda a nuestro obispo y pastor”.
