Ayer jueves, 19 mayo, el Colegio Diocesano Sagrado Corazón de Jesús de Huelva acogía un acto que congregó a personas interesadas en este proyecto que se está extendiendo por multitud de diócesis de España, con la supervisión de los obispos de cada diócesis, de los párrocos respectivos y de los delegados de pastoral familiar. En dicho encuentro, estuvieron presentes los iniciadores de esta iniciativa, José Luis Gadea y Magüi Gálvez, que compartieron su propio proceso de conversión e inicio de esta misión que les tiene dedicados casi exclusivamente a esta obra. Junto a ellos, los delegados diocesanos para la Familia y Vida, Pepa González y José Antonio García, el matrimonio formado por Mario Díaz y Marta Muñoz, responsables de este proyecto en nuestra diócesis y que también compartieron su propia experiencia, y el vicario episcopal de Huelva Ciudad, Joaquín S. Sierra, que agradeció esta obra de Dios que la diócesis acoge como una gracia para nuestros matrimonios.
En la mañana de hoy viernes, 20 de mayo, los iniciadores de ‘Amor Conyugal’, junto a Mario Díaz, quien con su esposa, Marta Muñoz, coordina la iniciativa en Huelva, se han dado cita en el Obispado, donde han sido recibidos por Mons. Santiago Gómez, a quien el matrimonio ha trasladado la misión del proyecto.
Por otro lado, unos cincuenta matrimonios participarán desde esta tarde y durante el fin de semana en un retiro para matrimonios en el Seminario Diocesano de Huelva, dirigido a todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio que quieran vivir una experiencia de amor juntos, estén en crisis o no, así como a todos los que quieran fortalecer y reavivar su sacramento del Matrimonio.
Amor Conyugal está basado en las catequesis de San Juan Pablo II sobre el amor humano y consiste en trabajar sobre tres pilares (fe, formación y vida) para recuperar el plan de Dios para el matrimonio y la familia, el que inició desde la creación del hombre-mujer, y que tiene como objetivo la santidad. Esta recuperación debe realizarse de dentro a fuera, es decir, primero colaborar con el Espíritu Santo para que moldee nuestra relación conyugal, para después compartirlo y ayudar a otros matrimonios y familias. Por eso, este proyecto tiene espíritu misionero.
