“Bienaventurados vosotros cuando…” (Mt 5, 1-12a).
Las Bienaventuranzas son una bendición para cualquiera que decida unirse al Reino de Dios “mientras esté cerca”. Son declaraciones de la Gracia de Dios, no son condiciones de la salvación o planes de acción para ganarse la entrada al Reino de Dios. Hoy vamos a hacer un pequeño comentario a estas Bienaventuranzas en la realidad que vivimos ahora.
- Bienaventurados los pobres de Espíritu. ¿Quiénes son los pobres de espíritu? Un pobre de espíritu es el que se siente desprovisto de toda virtud y reconoce su pobreza total ante el Señor ellos son bienaventurados.
- Bienaventurados los mansos de corazón: los que están dispuestos a seguir a Jesucristo, el que es dócil, tolerante.
- Bienaventurados los que lloran ¿Quiénes son los que lloran hoy?, los que se encuentran sin trabajo, los que no pueden hacer frente a la vida, los que no encuentran una mano amiga” que les diga: ”adelante”, aquí estoy a tu lado.
- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, no sólo de pan y agua, sino de justicia ante la injusticia del mundo, los que luchan por una sociedad más, justa y un mundo en paz.
- Bienaventurados los misericordiosos, los que se compadecen-padecen con-el otro, con el que sufre, con el enfermo.
- Bienaventurados los limpios de corazón, los que miran al otro con ojos transparentes, como los de u niño, los que luchan por ver lo positivo del otro, los que saben perdonar.
- Los pacificadores: los que derraman paz a su alrededor y luchan por ella, los que donde hay guerra ponen paz.
- Bienaventurados los perseguidos a causa de la justicia, aquellos que se juegan la vida por el otro, aunque ellos “pierdan” la vida.
- Bienaventurados cuando os insulten o persigan por luchar por el otro y por decir la verdad. Las Bienaventuranzas son un camino bello y seguro hacia la felicidad que Jesús propone a los hombres porque “iluminan” las acciones de la vida cristiana. Revelan que la presencia de Dios en los hombres les hace “verdaderamente felices”. Sólo podremos vivir las Bienaventuranzas en este mundo “aquí y ahora” a través del amor al prójimo, misericordia y bondad por todas las personas y sobre todo con ORACIÓN.
Hna Mª Pilar Dominguez- Confer Huelva