En el marco del pregón de las fiestas patronales de San Sebastián en Huelva, el Gran Teatro acogía la presentación del proyecto de restauración y culminación del retablo central de la parroquia onubense de San Sebastián de manos de Abraham Ceada, escultor y creador del proyecto.
Por una lado, la intervención en la pintura mural consistirá, fundamentalmente, en la fijación de la capa pictórica para la reparación de los daños y prevención de futuros desprendimientos de la misma, focalizando la actuación en grietas, lagunas y cualquier abolsamiento que se aprecie, y será llevado a cabo por los restauradores Jairo del Toro y Antonio Vera (Del Toro-Vera Conservación y Restauración). Además, este proceso se completará con la reintegración volumétrica y cromática de las lagunas y la limpieza total del fresco que realizara el pintor Francisco Zueras Torrens en 1959, representando el martirio del titular del templo onubense, en una alegoría sobre la persecución de Diocleciano (s. III).
Según el informe elaborado por los restauradores Del Toro-Vera, se constata un grado medio de deterioro en el fresco que cubre el ábside del templo, con riesgo de pérdidas en la capa pictórica de algunas zonas puntuales, especialmente en algunas zonas que muestran grietas y sales a consecuencia de la humedad. Esta es la razón por la que la parroquia ha emprendido este proyecto que será financiado por suscripción popular y se realizará el próximo verano.
Por su parte, Abraham Ceada será el responsable de culminar el retablo inferior con un conjunto de alto relieve con figuras y textos alegóricos a las virtudes que pone de manifiesto la vida y testimonio del santo patrón de Huelva. Así, según explica el mismo autor en el proyecto presentado a la Delegación Diocesana para el Patrimonio de la Diócesis de Huelva, en el lado del Evangelio incluirá una imagen alegórica a la virtud teologal de la Fe. Por el lado de la Epístola, se dedicará a la virtud cardinal de la Fortaleza, donde destacará el martirio como acto de esta virtud. La obra se completará con dos medallones de San Cástulo y Santa Irene de Roma, mártires también de la persecución de Diocleciano relacionados con la vida de San Sebastián.