¿Te imaginas que un documento, un artilugio o cualquier otra cosa te lleve a revivir un momento feliz de tu pasado? Si, claro que lo puedes imaginar, y puedes contribuir a ello, puedes hacer revivir un momento de ilusión a tus abuelos.
¿ Cómo? Escribe una carta, de tu puño y letra. Cuéntale a tus abuelos cómo es tu vida, qué estudias, háblale de tus amistades, de tus amores, de alguna travesura de la que te arrepientes, o de algo que te hizo mucha gracia, haz que se rían con ese recuerdo.
Pregúntale cómo fue su niñez o su juventud, de qué manera les ayudó Dios en su camino y en su vida. Escríbeles con mucho amor.
Quién sabe si puede ser la última carta que puedan leer o escuchar…
Usa su método para llegar a ellos, es decir, coge un sobre, compra un sello y envíaselo por correo ordinario.
Y ahora, imagina su sorpresa: ¿Una carta de puño y letra escrita por nuestros nietos? ¿Qué querrán?
Calcula cuándo puede llegarle, para estar junto a ellos cuando vayan a abrirla. No te pierdas ese momento.
No cojas el móvil para grabarlos, presta atención a sus gestos, su sonrisa, graba ese momento, no en la memoria de tu móvil, grábalos en tu retina, en tu corazón, en tu memoria única y luego abrázalos.
No olvides felicitarlos por ser su día.
Dales las gracias, porque tu vida, tu presente, se lo debes a su amor.
Felicidades a todos los abuelos de la Diócesis de Huelva en nombre de la Delegación Diocesana de Familia y Vida y el Secretariado de Mayores.